Pues bien, para no seguir con "más de lo mismo", lo prudente hubiera sido pronunciarse en los justos términos de los hechos, que son los siguientes:
Segundo.- En todos los casos, esas líderes hablan desde una posición privilegiada: ninguna de ellas habla de turnos rotatorios, festivos y sus vísperas, navidad y semana santa, vacaciones en junio y septiempre, y, sobre todo, no hablan del quehacer diario de una Enfermera, que menos de ... hacen de todo. ¡No!, ellas hablan de Máster, Doctorado, Docencia, Gestión, ..., de usuarios y pacientes ¡nada de nada!, de cuidados orientados a la salud y su recuperación, ¡nada de nada!, de medidas terapéuticas y administración de productos sanitarios y medicamentos, ¡nada de nada!; y esto es porque se les ha olvidado. ¡Seguro que casi todas han hecho Antropología y luego, como su Presidente, se han doctorado en alguna especialidad!. ¡Que no!, que no se puede salir a los medios para hablar de esas cosas, que eso no es la profesión. Esos puestos de trabajo -nada más y nada menos que "líderes!- no tienen ninguna relación con la Profesión. La Profesión es otra cosa. Ustedes, las que no saben de qué va esto, se pronuncian sobre futuras situaciones "ideales" de las que ustedes ya disfrutan, y, en todos los casos, insisto, no están hablando de la Profesión Enfermera, lo están haciendo de la titulación, que en nada cambia el "status" profesional, el del ejercicio profesional. Hoy, la Ley del Medicamento nos ha revertido a meros auxiliares; y esto es tan cierto como que en el proyecto de Orden pretendido por le Ministerio, dice lo que nos dejaran hacer los médicos si nos portamos bien. Se pretende que para poder utilizar un esparadrapo antes debo pedir autorización al médico. ¡Para orinar y no echar gota!. ¡Con que Licenciatura! Almas de Dios, que eso es, precisamente, lo que desaparecerá si antes no se remedia.
Conozco a personas que, desde esos puestos que disfrutan, lo único que hacen "bien" es perseguir a esas Enfermeras "díscolas", con el único argumento de que no cumplen sus instrucciones, o se les ha ocurrido criticar a un médico. Eso es lo único que suelen hacer, ¡y bastante bien!: tienen a la jurisprudencia que les presume un mínimo de conocimiento, quizá porque ignoran que sus méritos para acceder a esos cargos y puestos no es otro que "el dedo". A partir de ahí, y con "un empujoncito", ¡alas!, para volar a esos otros puestos que dicen detentar. ¡Pues qué bien!.
Señoras "líderes": si esto que se publica es cierto, mejor no seguirlas absolutamente en nada, porque no saben diferenciar entre "logros" y "depreciaciones": la profesión enfermera es la única en franco retroceso. Por ejemplo: si ustedes se hubieran tomado la molestias de leerse la Ley del Medicamento y el proyecto de Orden que pretende el Ministerio, hablarían de otra manera; ¡bueno!, lo harían siempre que entienda lo que allí está escrito. ¡Señoras líderes!, que se les nota mucho que ustedes viven en otra galaxia, en otro mundo. Aquí no ha cambiado nada; vamos a peor, y esto es fácil de demostrar.
Y es fácil de demostrar que viven en otro mundo porque, mínimamente que fueran consciente, sabrían que existen más de cién "escuelitas" que imparten los estudios de Enfermería; y si ustedes estuvieran con los pies en el suelo se darían cuenta de que todavía no se han cumplido los requisitos que establecen las Directivas Europeas del año 1977; como tampoco se cumplen, ni siquiera, lo regulado en este País. Ustedes, como quien permite que pueda publicarse esto que dicen, viven de otra manera a como lo hace una Enfermera normal, común y corriente. Y si ustedes son a las que tenemos que seguir, mejor nos apuntamos a otro carro, porque esas falsedades e idealizaciones ya se las venimos escuchando al Presidente del Consejo General -y con uno sobra- desde hace nada más y nada menos que veinte años, en los que ha vivido y vive de forma total y absolutamente diferentes a como lo hacemos los "mortales", es decir: los que ejercemos la Profesión.