viernes, 24 de junio de 2011

¿Estamos indignados los Enfermeros?

¡Evidentemente que sí!, razones no nos faltan. Y no nos pueden faltar: el primero que nos desmotiva es el Consejo General, que no es que no nos esté representando, defendiendo, es que aún es peor; ahí tienen el conocido cursillito, que más nos parecía criterio del Ministerio que propuesto por el mismísimo Consejo General ¡Y es que el negocio es el negocio!, y los Enfermeros no tenemos más remedio que hacerlo, ¡eso sí!, enfadados; el problema es que no podemos hacer pagar al proponente. Pero sí podemos ir contra los Colegios que apoyan, ¡y de qué manera!, al señor que preside nuestra Organización Profesional.

¿QUÉ SUCEDE CON QUIENES NOS OPONEMOS?

Muy sencillo, que somos perseguidos por el citado señor. Él lo que quiere es dinero, paz y tranquilidad, de la que no disfruta porque no lo vamos a dejar hasta que nos demuestre que nos representa -a los que trabajamos- y nos defienda. Y ahora el problema se acentúa, puesto que Barcelona ha cambiado la Junta de Gobierno y no está por la labor de reirle las gracias, como venía haciendo la anterior Junta.

Ya estén enfrente Colegios tan importantes como Madrid, Barcelona, Valencia, Badajoz, Pontevedra y otros, que están pendiente de ver cómo queda todo esto.

No podemos seguir soportando a este señor, que no da explicación de clase alguna de sus propuestas al poder legislativo y ejecutivo, condenándonos al ostracismo. Nos tiene en un "sinvivir"; no hacemos otra cosa que "buscar" dónde realizar el siguiente cursillitos. Esa es la vida que tiene un Enfermero sin plaza en propiedad: contratos basuras y gastárselo en cursillitos.


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