¡PARA QUE LUEGO HAGAMOS CASOS A LOS POLÍTICOS, CUANDO HABLAN DE LA PROTECCIÓN A LA SALUD!
La respuesta a la pregunta de quién ha provocado la ruina del Sistema Nacional de Salud (SNS) es más que evidente: quienes lo han gobernado y administrado. Y ¿quién lo ha gobernado y administrado? Tan sencilla como la anterior: la medicina ¿Cómo?, sería el siguiente interrogante: con su "medicalización". Todo está medicalizado: la alimentación, el ejercicio físico, el estilo de vida, los hábitos, ..., todo, absolutamente todo está medicalizado.
Se precisa un "certificado" médico para todo. ¡... bueno!, para todo no, porque cuando el médico diga que tienes que estar de baja laboral, la empresa te descontará esos días de la nómina; como tampoco te pagarán si tienes que solicitar una "supensión del contrato" por riesgo de daño a la salud de la embarazada.
AHORA SE HAN PROPUESTO CARGARSE AL SISTEMA EDUCATIVO.
Nos dirán que eso "viene de Bolonia", y ya está. Se acabó la discusión. No; ¡ni mucho menos! Miren, y en todos los casos, eso que se dice de Bolonia (o EEES), ¡VALE!, aplíquese a eso, a la formación universitaria, pero no a todo. Es decir, a la formación continuada. Es peor aún, algunas instituciones "han cogido" el anterior concepto de crédito, valorando una Hora como diez Horas.
VEAMOS LA COSA, PORQUE ES UNA BROMA.
En el año 1.987 a algún "lumbrera" se le ocurrió decir que un alumno recibía una hora de clase, y que esa hora de clase "precisaba" nueve horas más de estudio. Llegó a la conclusión que cada hora de un tema que exponía el Profesor, el alumno precisa nueve para "digerirla" la materia. Es decir, que una hora de docencia universitaria, insisto, universitaria, se convierte en diez horas a efectos de su cómputo.
Después vino otro "más listo" que el anterior, y dijo: como ha colado eso de que una hora es igual a diez horas, ahora vamos a decir que 1 hora de enseñanzas equivale a 25 (o 30) horas, ¡qué más da! Y, así, han convertido un día de 24 horas en otro con, por ejemplo, 100 horas; basta para ello con que se reciban cuatro horas de enseñanzas en el aulas y multiplicarlas por veinticinco. De ahí que a la hora de hablar de los Planes de estudio para la obtención de la titulación en Enfermería pueda decirse que constan de 6.000 horas, cuando en realidad sólo se cumplen 144 horas.
Sucede que si multiplicamos 240 créditos (de esos que dicen que consta el Plan de estudio) a los que se le asignan 25 horas a cada uno, el resultado es de 6.000 horas, 1.400 más que las ordenadas por la específica y concreta Directiva Europea vigente y que debería ser objeto de obligado cumplimiento. La Directiva habla de "horas", no de créditos. Luego, apliquen la Directiva y reconozcan al alumno el "trabajo" desarrollado; pero bien entendido que como cómputo fuera de los establecidos en las normas. Eso es, debería ser, el Suplemento Europeo, no la broma que nos vienen gastando los políticos.
Un detalle: quienes recuerden aquella época del "cojo mantenca", recordará que el ministro Socialista del momento escribió una ponencia referida a que los estudios universitarios deberían ser pagado íntegramente por el alumnado; tesis con la que no estábamos de acuerdo, y de ahí que "apareciera" aquella figura: la del cojo manteca, que iba rompiendo semáforos y critaleras.
ESTO SERÁ OTRA FORMA DE CARGARSE, AHORA, EL SISTEMA EDUCATIVO, PORQUE EL SANITARIO NO HAY POR DONDE COGERLO.