Llegará el día. Estamos convencido que sucederá esa unión. Algún día nos daremos cuenta que la desunión no nos acarrea otras consecuencias que el trata recibido, tanto política como socilamente; y no digamos laboralmente. Sólo cuando alguien ingresa en las Instituciones Sanitarias suelen reconocer la labor realizada, y con eso nos damos por satisfech@s.
Antes éramos menos, pero más unidos. Eso paso en todas partes, no solo a nuestra Profesión; cuantos más numeroso es el grupo, más disparidad, que suele aprovecharse por el "adversario", dicho en términos "sin acritud", pero es la realidad.
¿Se imaginan lo que sucederá cuando esa unión se produzca?
Resulta impensable, porque ya se encargarán de que no suceda. Por hache o por zeta. Siempre habrá algo que alegar para impedir esa unión ¿Cuándo llegará ese día en el que el lenguaje común sea el de la Profesión y olvidemos temas y asuntos personales? Ese día sí que sería para festejarlo. El mejor regalo que podríamos hacernos. Hoy por hoy parece impensable.
Todos parecen preocupados por nuestra Profesión. ¿Recuedan lo de la Ley del medicamento?
Y es rara tanta casualidad. Se interesan por nuestra "formación" universidades, fundaciones, asociaciones, sindicatos múltiples; todos están "muy preocupados" por nuestro futuro. Paralelamente elaboran unos baremos, cuanto más amplio mejor, así cabemos todos. Baremos que, por otra parte, negocian las centrales sindicales, las cuales, al mismo tiempo, crean sus propias Fundaciones, ¡por si acaso!
Pero, realmente, ¿quién está exigiendo -porque es para exigirlo- que se nos especialice con el correspondiente título? ¡Nadie!, ¿a que sí? Promesas y más promesas, como la Tierra prometida, que llegará, pero para nuestras almas. Recuerden que se derogaron todas las anteriores al año 1.987, creyendo haber localizado aquel paraiso; y desde entonces, ¡nada de nada!, a pesar del decreto de aquellas fechas. Luego, para tenernos entretenidos sacaron otro decreto en el año 2.005, que decían dictar en desarrollo de la LOPS. Pero seguimos igual.
No se trata de una misma forma de pensar ni de hacer lo mismo. Se trata de construir una inmensa Torre que no sean capaz de destruir; porque actualmente nos cambian hasta la lengua para dividirnos.
Recuerden, porque está más en el olvido que en el presente, cuando aquella Ley de hace tres años dijo que los Enfermeros, de forma AUTÓNOMA, íbamos a indicar, usar y ordenar la dispensación de medicamentos. Pues, ¡ya lo ven!, esos medicamentos han sido desfinanciados del Sistema Sanitario. Nos hemos quedado "con la miel lejos de los labios", porque no nos han dejado ni saborearlo.
¡Eso sí!, nos hacen curso de "adaptación", por módicos precios.
No vayan a pensar que son caros. Una carrera meteórica por ver quién llega primero; quien hace más cursos. Y es que debe preocuparle mucho que obtengamos ese nombre nuevo de titulación, que llaman Grado, por mor, también inventado, de Bolonia ¡Ay, Bolonia!, ¿qué tendrá Bolonia para esas universidades que se han apuntado a sacarnos el dinero. Han llegao a decir que sin esa titulación no formaríamos parte del subgrupo A1).
Pero nadie ha sido juzgado por ello. Pueden decir lo que les venga en ganas, porque eso no es "estafar". Como los trileros o el timo de la estampita, que no se sabe bien quién pretende engañar a quién, si el estafador al que se dá por estafado; o el estafado que se hace la víctima diciendo que se la han dado con queso.
Pero, paralelamente, las personas con título de Diplomado han hecho su posgrado, de Máster y Doctor.
Entonces, cómo es posible que existan universidades que han admitido a Diplomados para hacer el correspondiente Máster y posterior Doctorado sin haber realizado ese "curso de adaptación". Aquí falla algo; y falla, simplemente, porque nos deben tomar por tontos; y perdonen la expresión.
La Profesión es la misma, se mire por donde se mire. Es más, lo ratifica la mismísima ley, que homologa, incluso, a los extintos ATS (que eran considerados auxiliares) con los nuevos Diplomados ¿O no? "Lo establecido en esta Ley (LOPS) se entiende sin perjuicio del carácter de profesionales sanitarios que ostentan los Ayudantes Técnicos Sanitarios y demás profesionales que, sin poseer el título académico a que se refiere el artículo 2, se encuentran habilitados, por norma legal o reglamentaria, para ejercer alguna de las profesiones previstas en dicho precepto".
Y si conociéramos cómo se interpretan las Normas sabríamos que ese texto viene en una Disposición Adicional (que no en una transitoria). Es decir, se trata de una legalidad irreversible. Pero de ésto no se quiere ni oir hablar. Diplomadoso y Graduado es lo mismo, incluso los ATS tienen la mismísima consideración: Profesión Sanitaria, a pesar de no reunir los requisitos que se dicen en aquel artículo 2 que se nos cita.
Paralelamente, los servicios de salud crean "categorías".
Bueno ¡Esto es el colmo! Y preguntamos a los Altos cargos y se encogen de hombros. No saben, no contestan; y es que hay ser "educados", tener tacto, o algo así. Pero, ¿qué tanto?, si ya no nos quedan ni señales en las llemas de los dedos de tanto tactar.
Estos nuestros políticos, como diría Juan Cuesta (de la serie, aquí no hay quien viva), tienen el atrevimiento de diferenciarnos por "categorías" ¿Se imaginan que nos hubiera catalogados en función de la titulación? ¡Hombre!, hubiera tenido algún sentido: ATS, como auxiliares; Diplomados, como ayudantes; Grado, como el sumo de las tres.
Quizá le hubiéramos encontrado algún sentido. Pero está ahí Europa, reconociendo derechos adquiridos, pero no aplicable sólo a España, también al resto de los Estados miembros, que también dejan mucho, pero que mucho, que desear en cuanto al asunto, en este caso por omiso, ya que permiten que esos Estados sigan expidiendo títulos sin reunir los requisitos que exigen las Directivas Europeas ¡Y no pasa nada!
EL DÍA QUE APRENDAMOS A SER MENOS EGOISTAS Y UN POCO MÁS SOLIDARIO, COMO REVERSO DE LA MONEDA, LA PROFESIÓN COMENZARÁ SU ANDADURA, ESA QUE SE LE NIEGA TODOS LOS DÍAS.