Vivimos en un mundo de marketing. es decir, mercadeo, entendido como el conjunto de operaciones por las que ha de pasar una "mercancía" desde el productor
al consumidor.
La mercancia es nuestro servicio; el productor nosotros. Qué ofertamos, es la pregunta.
Hasta la fecha, poco. Ofertamos poco nuestros servicios, y en esta vorágine de sociedad en la que vivimos, es evidente que quien no oferta no va a tener demanda.
Si nos fijamos en revistas especializadas, y menos especializadas, la Profesión de Médico está todos los días ofertando algo, cosas, situaciones, servicios; pero bien es cierto que lo hacen como si fuera una necesidad que la ciudadanía no percibe. Entonces sí. Cada cual se identifica con esa "necesidad" y la "compra", o lo que es igual, la demanda del mercado, que en la inmensa mayoría de los casos es el servicio de salud de turno. Y hay quienes, además, si el servicio público no se la oferta, exigen que se convengan con quien fuere para tener acceso a esa "oferta" que se le ha lanzado en los medios.
¿Qué ofertamos?
Nosotros no ofertamos. Nos limitamos a seguir la corriente, hasta tal punto que si no es después de una intervención del Médico no nos ponemos "manos a la obra". Y así no podemos seguir. Quienes saben "teclear" se escriben su "tesis" doctoral, consigue la titulación y la oferta a la Universidad para ocupar puesto de trabajo como Profesor; pero profesionalmente, es cierto, ofertamos pocos servicios, excepción de lo que comentamos: cuando el Médico nos deriva a algún enfermero, o paciente, en versión especializada.
Quizá necesitemos invertir el orden de las cosas.
Es una simple propuesta, pero vista como están las cosas, algo habrá que hacer. Y se nos ocurre que seamos nosotros, más accesibles socialmente que otros, quienes ofertemos a la sociedad nuestros servicios, por ejemplo, de control de su salud y recomendar (que es menos hiriente que prescribir), en su caso, las pautas a seguir, entre las que puede encontrarse la de derivar al enfermo a la consulta del especialista correspondiente.
Todo el mundo se "anuncia", que es una cultura poco asumida por la Profesión Enfermero. Vamos por la calle y leemos carteles referidos a las profesiones de Médico, Fisioteraéutas, Podólogos, ..., pero ninguna que nos diga que se prestan servicios de Enfermero.
Procede que se remitan consultas, ante el menor grado de inseguridad.
De ahí que sugiramos que, ante cualquier duda, se consulte al Colegio, cualquiera que fuera el asunto a tratar. Y el Colegio, como es su obligación, tiene que responder, bien con recomendaciones, bien con Acuerdos de su órganos de gobierno, sobre todo si se trata de asuntos que afecten al ejercicio de la Profesión, que es competencia de la Organización Colegial por disposición de la Ley.
Tengan presente y en todos los casos, que la Profesión goza de Plena Autonomía Técnica y Científica. El único problema legal que podemos encontrar es aplicar eso que se conoce con el nombre de "lex artis", que siempre será "ad hoc", que se traduce en algo así como según las circunstancia de lugar y medios a nuetro alcance.