Una mentira mil veces repetida, terminará por considerarse como cierta. Esto es lo que debe pensar el actual inquilino que ocupa la Presidencia del Consejo General de Colegios Oficiales Provinciales de la Profesión Enfermero; sí, ¡ese que va por ahí presentando "querellas" a todo el que le discute cualquier tema!. ¡Me río yo del señor Chávez!. Pues bien, la última ocurrencia que ha "parido" el inquilino es la siguiente (en palabras literales del autor): "la creación de la Escuela de Doctorado de la Organización Colegial de Enfermería, un organismo que se pondrá en marcha a partir del próximo otoño con la intención de dar las máximas facilidades posibles a los enfermeros y enfermeras de toda España para que lleven a cabo el doctorado". ¿Qué les parece?.
Nosotros vamos a intentar aclarar un poco los conceptos, porque de lo contrario nos perdemos con tantas cosas: cursos de nivelación, licenciatura, máster, prescripción, especialidades, código deontológico, cursos de post-grado, ¡uf!, ¿cuántas cosas?. Pero, ¡por fin!, llega la cosa estrella: "La Escuela de Doctorado". ¡Fíjense que ha tardado más de un año en reaccionar desde que se aprobó la Ley que reorganizado los Cuerpos Docentes en la Universidad!. ¿Cómo no se le habrá ocurrido antes?, ya que, como decimos, la Ley que establece este nuevo grupo de Cuerpos Docentes ya tiene un añito; pero, ¡bueno!, se le ha ocurrido ahora. Habrá pensado que con el título de doctor podremos conseguir lo que "no ha podido ser" en estos últimos veinte años. ¡Bueno!, no ha podido ser para el común de los mortales, porque él si que está bien pertrechado: en su curriculum no falta ni un sólo papel de todos los posibles. Pero en el curriculum de cualquier Enfermera lo único que encuentras son cursos "paganinos".
En definitiva, que don Máximo A. González Jurado, que es su seña de identidad, va a "crear" una Escuela de Doctorado. Claro que, dicho así, suena bien, el único problema es que esa institución no existe más que en su mente creativa y en su "bolsillo". ¡Fíjense que dice que la Escuela será ¡"del Consejo General"!. Y vamos y nos lo creemos. Y, en todos los casos, le recordamos que el Consejo General es esa Institución que comprende a todos los Colegios Provinciales de la Profesión Enfermero. Luego, si el Consejo General es la cúspide organizativa de los Colegios de la Profesión Enfermero, el fin esencial de los mismos es ordenar el ejercicio de la Profesión; y es esta función para la que existen los Colegios Profesionales de los Enfermeros, actividad corporativa, la de ordenar el ejercicio de la profesión -que no le da la real gana de llevar a la práctica-; y el único motivo para ello es que eso no da beneficios -eso debe pensar-. Luego, la docencia, o dicho en otros términos, la progresión académica de cada cual es un problema personal e intransferible, que no de una Organización Profesional. La Organización Colegial lo único que tiene que hacer es ORDENAR EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN y todo lo relativo a su responsabilidad.
El doctorado no es un requisito que se exija para el ejercicio de ninguna profesión colegiada, absolutamente para ninguna. La titulación doctorado es un nivel académico que cada cual hace -o no- según sus posibilidades intelectivas y económicas. Pero lo que no puede hacerse, utilizando a la Organización colegial, abandonando todos y cada uno de los retos pendientes, es erigirse en "creador" de títulos académicos, porque, como decimos, la docencia universitaria es un problema -precisamente- de las Universidades. Son estas Instituciones las responsables de impartir y acreditar las enseñanzas de primero, segundo y tercer nivel, llámese como quiera a cada ciclo. ¿Qué les parecería que ahora la Universidad se dedicara a "ordenar el ejercicio de la Profesión"?. No tiene sentido; como tampoco lo tiene que este señor, con una única fijación, ahora pretenda sacarnos los dineros -suponemos- que por impartir cursos dirigidos al doctorado.
No; no estamos diciendo que no se hagan cosas, ¡cualquier cosa!, pero lo que sí exigimos es que primero se cumplan los Planes de estudio, tanto en su carga lectiva como en sus asignaturas y profesores de enseñanzas clínicas -que no existe ni una sola Escuela que lo cumpla-, después que se desarrollen las Especialidades de la profesión, luego, que se nos diga qué va a pasar con el nuevo título de grado respecto al actual de diplomado, y, en todos los casos, sacarnos de esta ilegalidad diaria que sufrimos los Enfermeros de este País, que estamos manejando medicación y productos sanitarios sin amparo legal.
El Presidente del Consejo General de la Organización Colegial de la Profesión Enfermero nos tiene absolutamente abandonados. Como pueden apreciar, lo único que le importa son los cursos, de cualquier tipo, pero cursos. Y es que no se puede atender a mas de veinte empresas y, al mismo tiempo, representar a la organización; ¡y así nos va!. El problema vendrá cuando nos enteremos no sólo de la cabeza del león, sino de todos los que están detrás de tan larga cabellera.