En el contexto del "Convenio que mantiene la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía con el Colegio de Ópticos de esa Comunidad Autónoma, el Presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, Pedro Cabrera, dice que “la salud es un bien público de primer orden y que no puede ser manejada con criterios políticos". Continuo diciendo que "proyectos sanitarios insensatos como (éste o) la receta de enfermería se han creado por un miedo insuperable a las listas de espera”, y concluyó que “no es de recibo afrontar las listas de espera bajando la calidad médica y poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos”.
¡Hombre!, pues va a resultar que tiene razón, pero lo primero que tiene que saber es que en Atención Primaria el "coordinador médico" de cada Centro de Salud es médico y éste está ahí porque otro médico "gerifalte" lo ha puesto. Así que "todo es política". Y mire si todo es política que los Planes de estudio de la titulación de medicina está estructurado y dura lo que dura, precisamente, por decisiones políticas, como decisión política, pura y dura, es la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, ¿o no?.
LAS LISTAS DE ESPERAN SON UN PROBLEMA. ¡Sin duda!; como que no es de recibo que tanta gente tenga que estar esperando en una salita del Centro de salud para ser "oído" por un médico. Para esa actividad no hace falta que los Presupuestos Generales del Estado financien diez años de formación. Porque tiene que recordar el señor Cabrera que los españoles tenemos que sufragar esa formación: seis de carrera y cuatro de "especialidad". Con ese tiempo, cualquier Enfermera -por poco avezada que fuera- puede solucionar esas situaciones. ¡Que sí!, que en ocasiones son problemas de salud serios los que consultan, ¡pero los menos!; la inmensa mayoría son controles, consultas; son actuaciones de puro trámite. Y ahí tienen que estar horas y horas; y esto lo sabemos todos.
Cuando un ciudadano tiene un problema serio de salud, lo primero que hace es "coger el coche" y a Urgencias, que, ¡por cierto!, lo ve un médico en formación; es decir: un MIR. ¿Baja calidad?. Baja no: ¡bajísima!. Nos contaba un paciente, ¡cuando todavía estaba vivo!, que SIETE veces, ¡SIETE!, fue a consulta médica. La última vez que lo hizo fue a Urgencias: allí llegó por la mañana, ¡y hasta la madrugada de ese día no subio a la Unidad especializadas!; no dio tiempo, ni siquiera, pasarlo de la camilla a la cama para iniciar la recuperación cardio-pulmonar. ¿DE QUÉ CALIDAD HABLA, SEÑOR CABRERA?. Si en este "peregrinar" hubiera intervenido sólo nuestra Profesión, abriríamos "telediario". ¿LO ENTIENDE, O SE LO EXPLICO?.