¿DÓNDE ESTÁ LA PLENA AUTONOMÍA TÉCNICA Y CIENTÍFICA?, NOS PREGUNTAN.
Nuestra respuesta no puede ser otra que jurídca: en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, que no es cuestión de "interpretación", porque viene literal. Pero es que, además, no se precisaba que lo dijera la Ley, es que es así desde el mismo momento en que la Profesión exige título universitario oficial, ¡da igual el número de horas -que ahora llaman créditos- que contengan un plan de estudio, porque eso es una potestad de los Gobiernos!
Si la Ley que nace expresamente de la Constitución ha dicho que las Profesiones Sanitarias tienen plena autonomía técnica y científica, la organización y estructura de un Plan de estudio debería adecuarse a esa exigencia legal; y no al revés, que es lo que hacen los Gobiernos. Y eso es así porque, en todos los casos, la Profesión aprende de la Profesión; no en los centros universitarios, porque este es otro asunto a revisar.
RESPECTO DE LOS PRINCIPIOS DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN, Dispone la Ley lo siguiente: El ejercicio de las profesiones sanitarias se llevará a cabo con plena autonomía técnica y científica, sin más limitaciones que las establecidas en esta Ley y por los demás principios y valores contenidos en el ordenamiento jurídico y deontológico, .."
Sin más limitaciones que las establecidas en esta Ley y por los demás principios y valores contenidos en el ordenamiento jurídica y deontológico. Luego, si la Ley "no prohibe", en un Estado de Derecho -si éste lo fuera- no caben limitaciones, por la sencilla razón de que dentro de esos valores que se proclaman está la "LIBERTAD". Y esta libertad Profesional únicamente tiene como límite el CONSENTIMIENTO DEL DESTINATARIO DE NUESTROS SERVICIOS, así como las reglas del Código Deontológico.
EL JUEGO DE INTERESES ESTÁ SERVIDO.
Decimos, y continuaremos exponiendo, que la armonía entre las dos Profesiones ha sido histórica, y debe -debería- continuar siendo así; por un solo motivo: tenemos unos objetivos comunes, pero no en cualquier sentido, sino en el más concreto y específico, como lo es la asistencia sanitaria directa a los ciudadanos.
Otros pretenden "colarse" en el sistema, pero ello no significa, no puede significar, anular, como lo intenta la Región de Valencia -o el reino de Valencia, que son ellos muy propios- a la Profesión Enfermero, a través del "sistema" o utilizando el sistema. Ese sistema que se viene forjando desde que se acabó practicamente la actividad privada, haciendo que todos medren sobre un puesto estable, además de permitirles tener "el control" de todo, cuando nunca lo han tenido de nada.
LA TERAPÉUTICA TIENE MUCHO DE TABÚS.
Lo ha dicho el médico. Y es que socialmente, como todo está impregnado de propaganda, todo tiene que decirlo un médico, como si la vida sólo fuera eso: tomar medicinas. Médicina, como se dice desde el Ministerio, deben ser las justas y precisas. También advertimos en su día que casi todos los jurídicos a los que conozco tienen bastante de hipocondríaco, y les afecta ese dicho que ha ido calando en la sociedad: consulte al médico.
Como contestación a lo que aseguramos, ahí tienen la respuesta, donde dos tribunales, el de primera y segunda instancia, no han tenido el mínimo rubor en confirmar la sanción impuesta por "el sistema", que es eminentemente médico. Basta con leer el procedimiento para darse cuenta de lo que decimos, siempre igual: dos "informes" de médicos, aunque sin ningún argumento, porque de redacción andan un poco necesitado.
EL ASUNTO TIENEN QUE DAR LA VUELTA AL MUNDO.
Al menos a nuestro mundo. Y lo tiene que dar porque, tal y como están las cosas, se han propuesto que desaparezcamos; buena prueba de ello es que cada vez hay más paro y menos desarrollo de la Profesión, cuando los hospitales están necesitados de esa asistencia que damos los Enfermeros ¿Qué sería un hospital sin Enfermeras? Los pacientes sólo nos tienen a nosotros que, junto a las auxiliares, tienen en quien confiar. El único problema es que cuando llega el de turno, encima, tiene la fea costumbre de desapoderarte.
Son múltiples flancos los que estamos dejando que sea "revisados" por el "sistema", ese sistema que se han montado al margen de nuestra Profesión, que sólo nos admiten para ciertas cosas, que no suelen ser precisamente de tipo asistencial. Les da igual "juana que su hermana". Es donde más se aprecia el infantilismo, donde se evidencia el tremendo complejo que tienen esos que conforman "el sistema", por suerte que cada día quedan menos.