miércoles, 31 de octubre de 2012

INJERENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN EN LA ACTIVIDAD PROFESIONAL.

DICE LA NOTICIA, publicada en Redacción Médica del día la fecha:
 
"La presidenta del Colegio de Médicos de Madrid ha defendido, durante la XI edición del Premio Reflexiones, el “profesionalismo médico y la defensa global del acto médico”, que, desde su punto de vista, “deben ser intangibles” para la institución que encabeza a pesar de que “las injerencias en ese acto médico por parte de las administraciones sanitarias, escudadas en la crisis y la austeridad, son cada vez más continuas y flagrantes”. “Injerencias políticas –ha añadido– que han puesto en tela de juicio el acto médico y han hecho peligrar lo que debe ser otro intangible y que este Colegio defenderá como tal: la libertad de prescripción y el acto médico tanto diagnóstico como terapéutico; eso sí: sin perder nunca de vista la coste-efectividad en la toma de decisiones”.
 
Desde luego que no le falta razón.
 
No lo dudamos ni por un momento, pero esas oraciones, tal cual, son contrarias en sí misma, porque, al final, terminan diciencia, "sin perder nunca de vista la (el) coste-efectividad en la toma de decisiones".
 
Ciertamente, la decisión debe ser acorde con las circunstancias. Y no menos cierto es que las "circunstancias" deben tener muy en cuenta.
 
¿En qué nos afecta esa intangibilidad del acto médiso demandada?
 
Sencillo: en que también nosotros estamos en condiciones de exigir ese mismo trato, que no lo tenemos, justamente porque media el médico, que no nos cita. Y no nos citan a pesar de que legalmente nosotros tambien exigimos esa plena autonomía técnica y científica que reclaman para sí.
 
El Gobierno, los gobiernos, ponen al alcance de las Profesiones Sanitarias unos recursos materiales, que son limitados; y más limitados lo serán si continúa la senda de gastar más de lo que se tiene. Otra cosa será en qué se gasta. Aquí es donde debemos reclamar mayor dotación, pero en su justa medida. Y debemos reclamar todos.
 
Existiendo los genéricos, como existen, esa facultad intangible que se reclama significa que si un médico escribe como tratamiento un concreto nombre de medicamento o marca comercial, ahí tenemos a la Enfermera intentando hacerse de ese concreto medicamento, cuando en las estanterías existen otros cuyo principio activo es igual.
 
Y, bien sencillo, o nos hacemos "solidario" en todos esos asuntos, o esa intangibilidad reclamada puede afectar a los otros. Así de simple; porque exigir aquel respeto absoluto para uno puede significar, y de hecho significa, afectar a otros, como lo es a la propia administración y al personal Enfermero.