De todas las acepciones, nos vamos a quedar con aquella que dice: "solapa", FICCIÓN que se usa para disimular algo.
Ficción/disimular.
La mayor parte de la Profesión Enfermera trabaja "a turnos". Y es a ese personal al que se le aplicará el aumento de horario de trabajo que impone la Ley, así como la reducción del número de días de "libre disposición" y adicionales conseguidos, que se suprimen, como también les afecta las posibles incapacidades transitorias; y ya no digamos del complemento de pensión en supuestos de jubilación "anticipada", que se elimina, a pesar de las particulares condiciones de los puestos de trabajo. Y cuando enferme tendrá que esperar a librar un día o cambiar de turno para poder asistir a la consulta médica, que obliga el sistema.
La Ley ha establecido que la "jornada general" de trabajo del personal del Sector Público no podrá ser inferior a treinta y siete horas y media semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual, lo que no significa que dentro de la semana se realiacen ese número de horas, puesto que el cómputo es anual. Sin embargo, para el personal que presta sus servicios en jornada ordinaria (que es su verdadero nombre) en el horario figurarán esas horas.
A pesar de lo anterior, también se dice que la jornada ordinaria de trabajo en los centros sanitarios se determinará en las normas, pactos o acuerdos, según en cada caso resulte procedente, lo que significa una interpretación según supuestos.
Jornada de trabajo "a turnos".
Este es el nudo gordiano de la cuestión, eso que llaman "solape", puesto que son puestos de trabajo que han venido "regalando" al sistema un sin fin de número de horas, que hoy se entiende por parte de los administradores y gestores como algo consustancial al turno. La costumbre hace ley, dice la leyenda; y hoy, este personal "a turnos" es el más perjudicado por esa "ampliación" de horario en la jornada de trabajo, puesto que continúan sin reconocerle ese tiempo, el que se emplea en entrar y salir de la institución.
Este personal accede al puesto, uniformado, antes de la hora prevista: 8, 15 o 22 horas; y sale siempre y en todos los casos, después de las 8, 15 y 22 horas.
A esto le llaman "solape", que sólo pretenden reconocerle a ese personal cuando de turno de noche se trate.
¿Qué consecuencias puede tener esa falta de reconocimiento?
Sencillo: que todo ese personal cumpla estrictamente el horario; es decir, que aparezca en la Institución a la hora fijada y salga de la misma a la hora predeterminada, con el consecuente "vacio" durante un tiempo.
Y esa respuesta tendrá que entenderse, puesto que no pueden estar viendo que otro personal no tenga esa necesidad de acudir al puesto de trabajo para recibir un relevo ni tenga que entregar la unidad al turno entrante.
La cosa "pinta mal".
Ya lo anticipamos. Por mucho que la pretendan "adornar", antes que después, cuando comiencen con los cómputos, no habrá más remedio que hacer valer ese derecho, porque, de lo contrario, las unidades asistenciales se verán sin control y vigilancia durante ese tiempo, porque no es justo que los demás entren y salgan según el programa diario establecido.
EL SOLAPE QUE PRETENDEN APLICAR AL PERSONAL A TURNO TRAERÁ PROBLEMAS, ¡MUCHOS PROBLEMAS! BASTARÁ PARA ELLO CON QUE SE APLIQUE ESE CÓMPUTO PARA COMENZAR A "DESPERTAR" Y EXIGIR DERECHO, LO QUE PROVOCARÁ UN ESTADO CONTRARIO AL DESEADO.