En la realidad diaria sucede que un niñito pequeño, después de las consabidas expresiones de papá, mamá, "abua", lo siguiente que suele repetir son frases malsonantes, riéndole las gracias los mayores. Por suerte que pasado algún tiempo el vocabulario se enriquece, si bien es cierto que luego lo vuelven (volvemos) a reiterar una vez llegada la adolescencia, para abandonarlo con la madurez (no todos). Pero no quiero escribir sobre esto, sino el por qué desde determinadas estructuras, por ese afán de "vender imagen" se utilizan unos términos y expresiones que no se corresponden con la realidad. Se ha puesto de moda la "doble cara": lo que se dice y lo que se hace.
Uno de esos ejemplos lo practica con excesiva frecuencia el Consejo General de la Profesión Enfermero, precisamente aquel órgano que debería velar por la ética y dignidad profesional y por el respeto debido a los particulares destinatarios de nuestros servicios profesionales, así que los particulares tienen derecho a saber que no se trata de ninguna acreditación oficial, por muy buena que fuera la formación recibida; se trata, simplemente, de un negocio jurídico, donde los Enfermeros se inscriben en un simple curso, cursos que, por otra parte, deberían realizarn en su caso, a través de su Colegio Provincial.
Desde el Consejo General se nos vende, por ejemplo, "curso de experto universitario en urgencias y emergencias"; pero es que, no contento con ello añaden que "es una formación impartida por la que es la escuela de todos los enfermeros españoles" ¡que es una Escuela de todos los Enfermeros!, pues que nos den nuestra parte, porque, que sepamos, el coste del curso es prohibitivo. Pero lo más interesante de toto ello -este tema se verá próximamente en los Tribunales-, es que nos dicen que es una "Escuela Universitaria", falso, absolutamente falso: en las Escuelas Universitarias se imparten títulos de carácter oficial y validez en todo el territorio del Estado; y, por el contrario, ese tipo de formación no tienen más valor que el de un simple curso. Y, para más inri, mezclan esas zarandajas con aquella otra de "especialización".
En definitiva, que ni los cursos son de una Escuela Universitaria, ni la acreditación es oficial ni, por supuesto, en el Consejero General se inscriben como colegiados títulados. Los titulados lo hacen su Colegio Provincial; son los Colegios los que se agrupan en un órgano central, el Consejo General.
A estas alturas de la película ya debería saber el Consejo General que oficialmente no es competencia de las Universidades impartir formación dirigida a la Especialización oficial, eso depende, ¡de toda la vida!, del Ministerio de Educación de turno, es decir, directamente de la Administración del Estado. Precisamente, ni siquiera los Servicios de Salud reconocen la Especialidad de Enfermera en salud mental, a pesar de ser una formación oficial -¡de verdad!-, que se realiza como Enfermero Interno Residente, a cuyo término es el propio Ministerio el que expide la acreditación.
Y si criticamos ésto, lo hagan quien lo haga, razón de más nos obliga a denunciar tanta falsedad, precisamente, por ese Organismo que tiene la atribución de "Ordenar en el ámbito de su competencia la actividad profesional de los colegiados, velando por la ética y dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de los particulares y ejercer la facultad disciplinaria en el orden profesional y colegial". Y esa atribución legal lo es para que se respeten los derechos de los particulares, precisamente, lo que debería hacer el Consejo General, porque los particulares se merecen que se les informe, y no como lo hacen desde ese órgano, vendiendo algo que no tiene soporte legal. El único soporte legal es que las "universidades podrán impartir "títulos propios", que no deberán ser coincidentes con los establecidos de forma y manera oficial.
En conclusión, interesa tanta patraña a determinadas personas porque viven, ¡y bastante bien!, gracias a esos cursillitos; tanto "fumus" es necesario, porque hay que meter "alumnos" en esa Escuela, de la que, por ahora, los Colegios Provinciales no tenemos más información que la publicada; ¡bueno!, algún que otro tiene, además, retribución por su "cargo" de ...
Sin embargo, la formación pregrado en las Escuelas está total y absolutamente abandonada por esa persona que ocupa de forma irregular el cargo de Presidente del Consejo General; apenas se pueden contar con los dedos de una mano aquellas de entre más de 100 que cumplen la legislación vigente. ¡Por cierto!, alumnos de las Escuelas de Enfermería, ¿quién se responsabiliza de vuestros accidentes durante las irresponsables "enseñanzas clínicas?.