Ayer, sobre las 10 horas de la mañana, escribíamos respecto a las Especialidades para la Profesión Enfermero, denunciando que nuestro Consejo General de Colegios Enfermeros, lejos de demandar que las mismas sean un hecho, hace justo lo contrario: caya. Hoy, por desgracia, tenemos que lamentar un hecho que está dando la vuelta al mundo: una negligencia o impericia del profesional acaba con la vida de un bebé de siete meses.
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Ahora todos nos lamentamos; mañana todo habrá pasado, y así hasta la siguiente denuncia pública, que espero no sea la última. Como decían en una emisora de Radio, los Periodistas, si se equivocan, corrigen el error; nosotros, como Enfermeros, nuestros fallos son irreversibles.
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Mientras ese Consejo General, que debería luchar hasta la saciedad porque los Enfermeros tuviéramos Especialidades, en lugar de cumplir su papel social, está programando la forma de hacer un "cursillito-puente", a un precio módico, si queremos obtener la birria de título que nos quieren colocar, como si ello fuera la panacea, cuando todos esos listillos saben, o deberían saber -que para eso alardean de un título de doctor- que los contenidos formativos no han cambiado respecto a los previstos en los Planes de estudio del anterior título de Diplomado; como todos saben, o debería saber que ni con el "nuevo" título de Grado se cumple lo que ordena la Directiva 77/453/CEE, de 27 de junio.
.Seguid mirando para otro lado; seguid programando la forma de sacarle a los Enfermeros los euros con los cursillitos; y, mientras, que el Gobierno no desarrolle las Especialidades. El Gobierno, ante esta denuncia mundial, debería coger el toro por los cuernos y decir: ¡se acabó!, hasta aquí hemos llegado. A partir de ahora habrá cincuenta Especialidades. ¿A caso no es más económico, rentable, justo y necesario Especializar a los Enfermeros que tener que ir indemnizando todos aquellos errores que se pudieran cometer?.
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Los culpables del error denunciado somos todos, por acción o por omisión. Las Direcciones de Enfermería, porque su único objetivo es "ocupar" un puesto que figura sin cubrir; también son esas Direcciones de Enfermería las responsable por cambiar, por la cara, a quienes se les ocurre, al objeto de contentar a una determinada unidad; como también lo son por ignorante, por no acusarles de atrevidos; y si decimos ignorantes es porque, de lo contrario, habría que tildar sus decisiones como delictiva. ¿A caso no es imprudente cubrir un servicio con personal totalmente inexperto?.
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El coraje que sentimos por el hecho denunciado, la muerte del bebé por un fallo tan estrepitoso, nos hace ser tan impulsivo como nos permite la escritura. Pero es que no hay derecho a que sólo pague los platos rotos una persona, cuyo único "delito" ha sido aceptar un puesto de trabajo sin que previamente nadie le haya formado decentemente.
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Las irregularidades son tantas que no habría espacio en el blog para denunciarlas. Baste un ejemplo: la ausencia de Especialización; otro ejemplo: la ausencia de Profesores Asociados de enseñanzas clínicas. En fin, somos tantos los culpables que la lista, como decimos, se haría infinita. Pero una Institución lo es en particular: el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermero, que en éste como en otros múltiples casos mira para otro lado: la forma de hacer un "cursillito-puente", y si es posible un poco más equonómico que el previsto por el Consejo de Castilla-León. ¡Dios mio!, ¡cuánto ...!.
