miércoles, 4 de marzo de 2009

EL PODÓLOGO-PRESIDENTE

¡Pues sí!, parece que el podólogo-inquilino-empresario-presidente de Colegios Enfermeros va a salirse con las suyas: los podólogos, a los que representa y defiende materialmente, aunque no sea su competencia, tendrá su "premio": los Podólogos podrán prescribir; y, de paso, también las Enfermeras. Es decir, que nos ha utilizado para que los Podólogos puedan prescribir. ¡Tiene su mérito!, pero nosotros, los Enfermeros, lo tendríamos que declarar persona "non grata" para la Profesión Enfermero.
Viene a colación lo anterior por la defensa que hace el Grupo Parlamentario Socialista, que ha presentando una Proposición de Ley en el Congreso de los Diputados para modificar la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, con el objetivo de regular la PARTICIPACIÓN DE ENFERMEROS y podólogos en la prescripción de determinados medicamentos.
Según la portavoz de sanidad socialista, Pilar Grande, con esta iniciativa, el grupo respalda "el compromiso que asumió el Ministro de Sanidad para dar respuesta a una antigua reivindicación de los profesionales de la enfermería". En su opinión, se trata de una cuestión que "está perfectamente asumida y es una en la práctica diaria de la asistencia sanitaria en nuestro sistema de salud", y esta regulación "contribuirá a la mejora de la calidad y de la seguridad, tanto para los pacientes como para estos profesionales". Los socialistas creen que “médicos y odontólogos son los únicos sanitarios con facultad para ordenar la prescripción de medicamentos”. Pero, manteniendo este precepto, consideran que "es conveniente modificar la ley para contemplar la participación en la prescripción de determinados medicamentos de otros profesionales sanitarios, como son los enfermeros y podólogos". Al igual que el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unio), los socialistas reclaman la modificación del artículo 77.1 de la Ley 29/2006 para que las autoridades sanitarias establezcan unos protocolos institucionales que aseguren una "atención integral de la salud y una continuidad asistencial", en colaboración con el médico o el odontólogo.Asimismo, dentro de la proposición se establece "un plazo de un año para que el Gobierno establezca la relación de medicamentos que podrán ser usados o, en su caso, autorizados por profesionales sanitarios diferentes de médicos u odontólogos, así como las condiciones específicas en las que los pueden utilizar y los mecanismos de participación con los médicos en programas de seguimiento de determinados tratamientos".
ESTA ES LA INFORMACIÓN, sólo que no podemos coincidir en su contenido, tal como nos lo presentan, puesto que los Podólogos jamás, nunca, han participado en la prescripción y administración de medicamentos. Los únicos que han "prescrito" y participado con la medicina han sido los Practicantes, luego los ATS y ahora los Enfermeros. Los Podólogos nunca, jamás, han podido participar con la medicina, puesto que siempre han estado, y están, fuera del Sistema de Salud. Aquí parece que hay más de un interés en hacernos "comulgar con ruedas de molino", y esas circunferencias son tan grande que se hace difícil su ingestión, porque su tamaño, el de la mentira, es demasiado grande.
EN DEFINITIVA.
Alguien admite que los Enfermeros, no es sólo que participemos en la administración de medicamentos, es que nos vemos obligado, bien a tener que hacer de sereno, llamando permanentemente al Médico (normalmente el MIR de turno) para que nos escriba en las "órdenes de tratamiento" el producto que le acabamos de sumistrar al paciente, bien para comunicarle que tiene que tomar una decisión al respecto, cuya medicación ya está lista para ser administrada, bien no hacer de "sereno" y actuar por nuestra cuenta, con lo cual, al final, nadie sabe por qué el enfermo mejoró.
CONCLUSIÓN:
Parece que, ¡por fin!, alguien admite un hecho tan cierto como evidente, que sólo los anormalmente "corporativistas" pretendian negar, orillando a una Profesión que por necesidades imperativas precisaba que la Ley no les excluyera de esa actividad, que resulta consustancial al ejercicio de una Profesión Sanitaria, titulada y regulada.
Es posible que a la Profesión les falte la "experiencia" que se le presume a la médica, pero de eso no somos culpables; pero también habrá que admitir que nadie, en su sano juicio, procederá a aplicar cualquier medicamento cuya acción, efectos y contraindicaciones no domine; habrá que ser "muy canalla" para administrar un medicamento por el simple hecho de permitirlo la Ley. Nosotros vemos a MIR, incluso a médicos-adjuntos, que toman todas las medidas antes de prescribir determinada medicación, si no domina sus efectos; y eso mismo pedimos, ¡exigimos! a cualquier ENFERMERO que haga antes de cometer alguna imprudencia, que no sólo será punible sino que, y lo que es peor, será objeto de censura interna, que es mucho más severa que cualquier "sanción" que se nos pueda aplicar.
BIEN VENIDA LA PRESCRIPCIÓN Y, ¡ENHORABUENA! A LA PROFESIÓN POR SU TENAZ REIVINDICACIÓN. Desde luego que nada debemos al empresario-inquilino-presidente (de hecho) de los Podólogos, que ha utilizado nuestra estructura para sus no confesados fines.
Ahora esperemos que la derecha del Partido Popular esté a la altura de la circunstancias y consecuente con lo que escribio en aquella Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Esto no es una cuestión política, es, simplemente, Profesional.