

Y aquí ¡tampoco! Pero, ¿quiénes eligen esas zonas?
AQUÍ SÍ.- En la vena BASÍLICA y si no fuera posible en la Basílica, o, en último caso, en la vena radial. Se trata de elegir una vena con el suficiente calibre como para que no se produzca "isquemia", por comprensión del cateter, que impide la autoirrigación; cateter que debe ser de menor tamaño que el calibre de la vena. Así no se producirá esa "flebitis" que observamos todos los días, que son molestas, además de un foco infecioso. No obstante, para tratamiento que se prevean como de larga duración y, sobre todo, atendiendo a la medicación a administrar, la mejor elección es la vena Femoral.


Corte de una vena mostrando una válvula, señalada con el número 2), y la de enfrente, sin número, que evita el retorno de la sangre. De llegar a dilatarse, nos encontramos en presencia de "varices", ya que las válvulas venosas no podrán ayudar al retorno de la sangre.
Y de todas las imágenes que hemos visto, nos inclinamos por presentar la vena Femoral, que está junta a la arteria del mismo nombre, formando el "paquete" vascular, correspondiendo a la citada vena Femoral el lugar más externo de la ingle. Por tanto, localizado el latido de la arteria Femoral, justo paralelo a la citada arteria es donde se debe producir la canalización. Así, además, tenemos una vía central, porque resulta necesaria para poder medir, al mismo tiempo, la Presión Venosa Central, que nos dará una idea bastante cierta del funcionamiento del Corazón y, además, de la Presión Pulmonar y Presión de la Aurícula izquierda, que no viene nada mal.