ATALANTA.- Te respondo sucintamente:
RESPUESTA.- Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias.
Artículo 7. Diplomados sanitarios.
1. Corresponde, en general, a los Diplomados sanitarios, dentro del ámbito de actuación para que les faculta su correspondiente título, la prestación personal de los cuidados o los servicios propios de su competencia profesional en las distintas fases del proceso de atención de salud, sin menoscabo de la competencia, responsabilidad y autonomía propias de los distintos profesionales que intervienen en tal proceso.
2. Sin perjuicio de las funciones que, de acuerdo con su titulación y competencia específica corresponda desarrollar a cada profesional sanitario, ni de las que puedan desarrollar otros profesionales, son funciones de cada una de las profesiones sanitarias de nivel Diplomado las siguientes:
ENFERMEROS: corresponde a los Diplomados universitarios en Enfermería la dirección, evaluación y prestación de los cuidados de Enfermería orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como a la prevención de enfermedades y discapacidades.
ATALANTA.- ¡Has visto! No lo digo yo; es la LEY la que ha llamado a la Profesión por el género, que comprende a los sexos femenino y masculino.
Carmen Chamizo Vega COMENTA: "En 1994 acudí a Estocolmo, al W.E.R.N. -Workgroup European Research Nursing- donde expuse un trabajo sobre la Historia de la Enfermería española y cual fue mi sorpresa al contemplar que la división sexual del trabajo enfermero sólo eran referidos por mí. Incluso la imagen de la enfermería moderna anglosajona comenzaba con las luchas feministas y yo de Florence Nigthingale, lo que había aprendido era que decidió "entregarse" a la Enfermería, y no que fue una mujer feminista y eligió su propia manera de vivir como persona .
Durante estos años he observado y sentido esas diferencias de género existentes entonces, y que algunas perduran aún en estos momentos, por lo que me planteo algunas preguntas:
¿por qué existen tan pocas biografías de enfermeras españolas; por qué se ha reconocido más la labor del practicante; por qué muchas instituciones enfermeras españolas están presididas por enfermeros siendo mayoritariamente mujeres; por qué la enfermera aunque tenga estudios de postrado no es docente en otras carreras y en cambio los profesionales de otras carreras, sí lo son de enfermería; por qué los enfermeros, a pesar de ser menos, están logrando más rápidamente los espacios administrativos, docentes y de investigación que las enfermeras; por qué no se ha debatido suficientemente los estereotipos de género asociados a la profesión; por qué se sigue asociando la profesión a roles femeninos desfasados; cómo influye todo ello en el reconocimiento de la Licenciatura, en el estilo de poder de las instituciones enfermeras, en nuestro sistema sanitario y en nuestra sociedad?."
ATALANTA, ¡VES! No eres la única que se lo plantea. Pero imaginemos que la Ley hubiera escrito ENFERMERA, en lugar de Enfermero, ¿qué sucedería?, elemental: que el sexo femenino EXCLUYE al masculino; mientras que, por el contrario, el masculino incluye al femenino. El género no excluye a los sexos; antes al contrario: los "comprende" dentro a los dos sexos.
El género es una cosa, como clase o tipo a que pertenecen personas o cosas, y el sexo es otra bien distinta. Entiendo que la Ley no ha querido diferenciar entre sexos. Quizá por eso utilizó el concepto "género", que agrupa a los dos sexos.
Es cierto, como se dice, que en los estudios se matriculan más mujeres que hombres, y sobre esto sí que habría que reflexionar ¿por qué? ¿No tendrá algo que ver "la progresión" social. Partamos de la idea que hasta la fecha se trataba de unos estudios de tres años, sin progresión académica ni profesional. No existía esa titulación de Licenciado ni el desarrollo de las Especialidades ¿Por qué? ¿Nos lo hemos preguntado alguna vez?
Tengamos en cuenta que con la Ley Moyano se expulsó al sexo masculino de las Universidades, incluso se pensó en sustituir a los Practicantes en Medicina y Cirugía por Enfermeras. De hecho los estudios de Practicantes estuvieron suspendidos durante cinco años; justo cuando comienzan a implantarse las Escuelas de Enfermeras, cuyo Reglamento, del año 1.952, se les aplicó a los "nuevos" estudios de A.T.S., que comprendía a los dos sexos.
Esta misma persona se hace preguntas sobre el "origen" de la formación: escuelas femeninas en las Instituciones Sanitarias y masculina en las Universidades. Desde luego que eso fue así hasta el año 1.975, más o menos. Después es el sexo femenino el que "entra" en la Universidad, junto con los varones, y "sale" de las Instituciones Sanitarias.
La PROFESIÓN Enfermero no la inventó, ni mucho menos, la señora Florence Nigthingale. Esta señora decidió "ocuparse" en atender a soldados durante aquel conflicto; y lo que surgió es que de aquella "ocupación" hizo un "oficio", no una Profesión. La Profesión no consistía en "cuidar a soldados heridos", los cuales, por cierto, eran atendidos por médicos. Nigthingale "ayudaba" a aquellos médicos. De quien verdaderamente se dice que CUIDABA a las personas es "San Juan de Dios", que llegó a "inventar" aquellos "hospitales" al efecto. Nigthingale se encontró "hechas" las tiendas de campaña donde se atendía a esos soldados. Lo que sí parece que hizo fue dedicarse a la "higiene del lugar".
EN EUROPA, si miramos los Planes de estudio (ellos lo llaman "programa")-, que son del año 1.977, veremos que su contenido tienen estrecha relación con la fisiopatología. Y eso es así por la sencilla razón de que mal puede "cuidarse" lo que se desconoce.
A las Profesiones de "Médico y de Enfermero" se las conoce juntas desde la época de los Reyes Católicos (siglo XV), algo así como "no el uno sin el otro, y el otro sin el uno".
Otra cosa es la "evolución" de las mismas. Todos sabemos que han sido los "hombres" quienes, intentando progresar ACADÉMICAMENTE utilizaron, entre otras, a la Antropología, ya que la Diplomatura fue un primer ciclo, que la Ley llamó "terminal"; y desde la Antropología (Licenciatura, segundo ciclo) accedieron a la titulación de Doctorado, que es lo que ha establecido el Gobierno de Rodríguez Zapatero como requisito para acceder a plazas de Profesor Titular y Catedrático de Universidad, suprimiendo a las Diplomaturas.
¡Claro que estamos de acuerdo con que corresponda a la máxima titulación académica la enseñanza!, pero esa titulación debería corresponderse con materias troncales de los Planes de estudio del primero o del segundo ciclo.
Ni ahora, con eso de "Bolonia" las cosas mejoran. Lo único que ha sucedido es que se ha creado una titulación "puente" para que todos puedan acceder al Doctorado. Pero, repito, el Máster debería corresponderse con materias troncales del Grado -que sustituye, ¡na más que eso!- a la Diplomatura; y el Doctorado debería tener correspondencia con el Máster.
Lo de ahora es una broma de mal gusto.