No es la primera vez que escuchamos hablar de carga de trabajo en las Instituciones sanitarias, preguntándose unas a otras que cuántos pacientes pueden ser "llevados" por cada Enfermera.
Y HEMOS ESCUCHADO DE TODO ...
Hemos escuchado hablar de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de ratio por "unidad", de lo que hacen en otros hospitales y de un sin fin de comentarios más al respecto.
Y lo que nos llama la atención son los comentarios.- ¿Qué cuántos pacientes "tengo que llevar"? La respuesta no puede ser inventada, porque "todo está inventado": depende de las capacidades de cada cual y el tiempo que se dedica a prestar atención directa a cada paciente, ya que muchísimas de las que viene realizando la Enfermera pueden ser desempeñadas por los Auxiliares. Y esto lo podemos ver en la vida diaria, donde la medicina "descarga" trabajo en favor de Enfermeras que saben lo que corresponde hacer en cada momento. Pues igual deberíamos hacer con las Auxiliares.
No podemos confundir "compañerismo" con responsabilidades, porque quienes se sientan en el banquillo de los acusados es la Enfermera, no la Auxiliar ni el Médico.
REFERENTE.-
Tenemos un referente muy próximo ¿Cuántos pacientes puede "llevar" un Médico? Sencillo: los que permita el horario de trabajo. Y eso es así porque no se puede tener el don de la "ubicuidad". O se está en una habitación o en otra, pero en dos al mismo tiempo no puede ser. Y esto es lo que sucede todos los días, por lo que somos "carne de cañón" para los beneficiarios de los pacientes a los que atendemos, que se están acostumbrado a presentar denuncias contra nosotros; y tenemos la obligación de alertar al colectivo, para que sea consciente del sufrimiento al que pueden verse sometido, precisamente por no saber decir ¡no!.
¿Cuántos pacientes por Enfermera? Quizá lo "revisable" será la capacidad de cada cual para atender Profesionalmente a los pacientes que tengamos adscritos. Lo grave es que luego, esos gestores de "pacotilla", te dejan "al pié de los caballos", y seremos los demás los que tengamos que "sentarnos delante de un Juez", para que te condene. No condenan ni al Médico ni a la Auxiliar.
Los políticos hablan de "ratio Enfermera/paciente"; nosotros preferimos hablar de realizacizaciones y capacidad para ejecutarlas. Somo partidarios de "prever" antes de tener que actuar. Porque la clave de las situaciones que nos suceden como Profesión es la falta de previsibilidad, que deberíamos imponer a la Institución, poniéndolo en conocimiento de los que nos mandan, al objeto de ser eximidos de responsabilidad.
¿Qué debemos prever? Sencillo: la consecuencia. No se puede, no se debe, actuar "a remolque" de cuadros clínicos reagudizados; nuestra obligación es anticiparnos a los hechos previsibles.
Hemos sufrido tener que soportar una imputación durante cuatro años y medio, más las que surgen a diario, precisamente por achacarnos defunciones, cuando las mismas suceden, en la mayoría de los casos, por circunstancias biológicas, por degeneración del sistema biológico de forma anticipada. La Medicina no hace otra cosa que aplicar un "tratamiento" conservador, y nadie les culpa por ello. Sin embargo, la Enfermera paga "los platos rotos" de las defunciones. Y esto va en incremento.
LAS SUPERVISIONES TIENEN MUCHO QUE DECIR.
O debería tener mucho que decir. Pero ya sabemos que esos nombramientos se hacen, por los hechos, precisamente por personas poco "puestas" en el asunto. Sabemos que no se elige a las mejores, ¡ni de lejos!; se suele designar a la persona con quien se tiene más afinidad, simpatía y cierto grado de confianza; nunca se hace por concurso, como dispone la Ley. Y la Ley está para cumplirse, pero bi-direccionalmente, en los dos sentidos.
Cada "supervisión" no puede decidir de cuántos pacientes podemos ser responsable, por la sencilla razón de que pueden dar la sensación de que todos tenemos el mismo nivel de conocimientos. Y eso ni es así ni podrá serlo nunca.
EN MEDIO ESTÁ LA VIRTUD.
Y nosotros, que tenemos puestos de trabajo en función de la demanda médica, tendríamos que ser conscientes de nuestras limitaciones, y no aceptar "responsabilidades" de pacientes cuyo tratamiento y evolución desconocemos.
Somos "carne de cañón" para los beneficiarios de los usuarios, y eso no lo podemos consentir, por la sencilla razón de que luego otros se "lavan las manos", cargando sobre nosotros toda la responsabilidad.
Hemos visto algunas cifras sobre el número de Enfermeras y de Auxiliares de Enfermería, arrojando un mayor número de Enfermeras que de Auxiliares. Y se observa que la "Enfermera" es la que más actividades realiza, cuando son la inmensa mayoría de ellas de escasa relevancia. Y eso significa que mientras se le dedique el tiempo a trivialidades, se tienen que dejar de hacer otras, cuando serían esas más importantes a las únicas que deberíamos prestarle atención directa, delegando las demás.
El tiempo que se le dedica a poner cuñas, atender timbres, repartir comidas o haciendo de secretaría es demasiado valioso como para que se pague al precio que se hace.
Recordemos que a un médico se le está formando durante cinco años, además de algunos "reciclajes" que otros para ocupar un puesto de trabajo; para una Enfermera basta y sobre con adscribirla a cualquier unidad, y luego se le exige en los Tribunales como si de una "especialiata" se tratara.
SIN EMBARGO, CUANDO A LA MEDICINA LE INTERESA, NO IMPORTA "ACTUALIZAR" LOS CONOCIMIENTOS DE LA ENFERMERA, CON EL VISTO BUENO, AHORA SÍ, DE NUESTROS "JEFES".