¡Es posible! Sobre todo el consentimiento, permitiendo continuamente durante nuestra jornada de trabajo que cualquiera se nos "suba a las barbas". Es un hecho indiscutible.
¿Quienes son los culpables? Básicamente, la mayoría -porque siempre hay excepciones- de quienes gestionan las unidades asistenciales, que no tienen otra visión de la Profesión que la suya, la particularísima visión, que por algo las/os eligieron. Nunca mejor expresado, por su perfil, que es obediente a las "órdenes de sus superiores".
¡PUES PODRÍAN APRENDER DEL CONSEJERO DE SALUD Y BIENESTAR SOCIAL EXTREMEÑO!, QUE SIENDO MAESTRO DE PROFESIÓN, SIN EMBARGO, SABE LO QUE QUIERE Y LO QUE DICE.
Señor Consejero, ¡por favor!, convoque esos puestos de trabajo, porque con lo actual lo único que consigue es que los servicios no funcionen. Esos puestos, que deberían ser el referente, lo único que provocan es una desmotivación digna de replantearse las consecuencias. Los ciudadanos, los empleados y el propio SES lo agradecerán.