miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿AL PACIENTE?, ¿CIUDADANOS?.

Reza así unas declaraciones efectuadas por el Presidente de la Organización Colegial de la Profesión Enfermera: "Con motivo de la celebración del Día Internacional contra la Violencia de Género en todo el mundo, el presidente del Consejo General de Enfermería de España, Máximo González Jurado, ha ratificado el compromiso de esta profesión en la lucha que actualmente está llevando a cabo la sociedad para conseguir la erradicación total de cualquier tipo de acto de violencia de género. "La enfermería es la profesión sanitaria más cercana al paciente y a la sociedad, y dicha cercanía nos facilita una relación de confianza y complicidad con los ciudadanos. Esta circunstancia supone una pieza clave en la detección de los casos de maltrato".
¡A ver!, señor Presidente: si habla usted de "violencia de género", sin más, no nos enteramos, porque, quizá, lo que quiera decir es "violencia contra la mujer como "especie" dentro del género. El problema es de interiorización, de convencimiento sobre lo que se dice, que se deja ver cuando el asunto es "forzado". Las declaraciones dejan traslucir su escaso convencimiento, ya que las referencias las hace "al paciente", cuando lo prudente hubiera sido referirse "a la paciente", porque la Ley tiene como objetivo precisamente a la mujer. Comienza así la Ley: "Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión ..."; como también se les escapa cuando dice "ciudadano". ¡No!; no son "ciudadanos", se trata de "ciudadanas", y, en todos los casos, serán "usuarias" o "pacientes", según se trata de supuestos ambulatorios o de internamiento.
En fin, esto es lo que sucede cuando uno se esfuerza en "declarar" algo que no se corresponde con los interiorizado, ¡y estos son los resultados!. ¡Qué le vamos a hacer!.
¡AH!: esto nos sucede por leer sólo a medias. Ahora vamos a añadir el "interés" del Consejo General, y así comprenderemos mejor el por qué de esa rápida intervención del "Consejo General". Sigamos leyendo: "Se trata de un proyecto desarrollado por la Escuela de Ciencias de la Salud (ECS) de la Organización Colegial de de Enfermería centro de posgrado universitario adscrito a la Universidad Complutense de Madrid y consiste en formar a todas las enfermeras españolas en la detección y posterior tratamiento de los casos de violencia de género que puedan existir entre sus pacientes. Para ello, los enfermeros recibirán una formación especializada a través (de) las sedes de la ECS en los colegios provinciales y aprenderán a utilizar un protocolo de actuación que consigue la detección de la práctica totalidad de todos los casos de violencia que llegan a sus manos, incluyendo aquellos que hasta el momento han venido pasando desapercibidos". ¡Esto ya es otra cosa!: lo hará la Escuela, ¡esa que dice que es del Consejo General!. Como tampoco sabíamos que los Colegios Provinciales estuvieran dotados de sede de esa Escuela. ¡Bueno!; ¡pues muy bien!. A seguir viéndolas venir.

¿QUÉ TIENE QUE DECIR EL PRESIDENTE DE MADRID?-

En la editorial de lo que se conoce como "diario enfermero" se escribe lo siguiente: "Hablar hoy de competencia enfermera es hablar –también lo dice nuestra ley- de conocimientos, habilidades y actitudes. El desarrollo, tanto educativo como competencial, de las enfermeras y enfermeros ha de estar en sintonía con las nuevas necesidades de salud de las personas. Así lo ha entendido la Comunidad de Madrid que quiere ser referencia en materia de formación enfermera tanto de grado como de postgrado o continuada. Para ello, ha suscrito en el día de hoy un acuerdo conjunto entre su Consejero de Sanidad, el Presidente de la Organización Colegial de Enfermería y el Secretario General del Sindicato de Enfermería SATSE con el objetivo de determinar qué es y qué no es necesario para el futuro de esta comunidad hasta lograr esa excelencia sanitaria que todos deseamos. Quienes han suscrito hoy este acuerdo comprenden que tienen la alta responsabilidad de planificar la enfermería madrileña para disponer de las mejores enfermeras y enfermeros, capaces de estar a la altura de las circunstancias en los próximos años. Y comprenden simultáneamente que, para alcanzar ese objetivo esas enfermeras y enfermeros habrán de sentirse satisfechos, habrán de sentirse protagonistas dentro de un sistema sanitario que no sólo les exige sino que les da, les reconoce, les potencia y promueve su bienestar, su seguridad y su cualificación. Por eso abordarán –a través de un Libro Blanco- el estudio de las condiciones sociolaborales, de los riesgos físicos, psicológicos y biológicos de los mismos proponiendo cuantas medidas fueren precisas para su protección.
Obviamente, dos cuestiones llaman la atención: en primer lugar y fundamental, a la Profesión Enfermera de Madrid la representa, con carácter exclusivo, el Colegio Oficial de Enfermeros de Madrid, es decir, el Consejo General no tiene competencias para hacer lo que dice que ha hecho; y en segundo lugar se observa que no se trata de formación de grado, postgrado o continuada, en su caso, se trata de condiciones sociolaborales, riesgos físicos, psicológicos y biológicos.
¿Qué está sucediendo en la Provincia de Madrid para que se publique esta noticia?. ¿A caso ha desaparecido el Colegio Oficial de Enfermeros de Madrid?. ¡No!; ¡seguro que no!, pero lo que no es discutible es que este "acuerdo" no nos suena nada bien. ¡Al tiempo!. O tiempo al tiempo, porque ya nos enteraremos del objeto concreto de ese informado Acuerdo.

martes, 25 de noviembre de 2008

¿PARA QUÉ SE UTILIZA EL DINERO DE LAS CUOTAS?

Como han podido ver en la última revista que se edita bajo el epígrafe de "Enfermería facultativa" -que, entre nosotros, no es otra cosa que un canto de sirena- desde el Consejo General se nos "vende" la solución a los problemas de vivienda, para lo que, suponemos, se ha mantado el señor Presidente todo una agencia inmobiliaria, ¡o vaya usted a saber!, por lo que, incluso, es posible que pretenda acogerse a algún plan de esos que proclama el Gobierno. En definitiva, lo que pretendemos denunciar es que no podemos seguir soportando que el Consejo, ni empresa alguna montada desde esa institución, ni mucho menos con el dinero de las cuotas colegiales, sirva y nosotros consintamos, que esto suceda.
Y sucede, entendemos que debe ser así, porque el listillo de turno habrá leído en la Ley de Colegios Profesionales su artículo 5º, que dice que es función de los Colegios Profesionales "Facilitar la solución de los problemas de vivienda de los colegiados, a cuyo efecto, participarán en los Patronatos oficiales que para cada profesión cree el Ministerio de Vivienda"; pero, sin embargo, no se ha parado en reflexionar sobre dos cuestiones fundamentales: una, que esa competencia, en su caso, lo es referida a los Colegios Provinciales; y dos, que es, precisamente, en esos Colegios donde están inscritos los colegiados, a los que presumiblemente va dirigida la participación en esos "patronatos" de la vivienda. El Consejo General, ya lo venimos denunciando, no tiene colegiados. El Consejo General es, precisamente, la suma de todos los Colegios Provinciales.
Pero es que aún resulta más grotesco, porque no sólo el anuncio en la revista colegial va dirigido a los "colegiados", que lo son -repetimos- de cada Colegio, sino que "viendo la situación del mercado" amplia la oferta a familiares. Y como la información se vierte en un medio estrictamente colegial, teniendo en cuenta que esa competencia, en su caso, corresponde a los Colegios Provinciales, esos hechos dejan traslucir lo que se podrá estar haciendo sin el mínimo control por la Asamblea de Presidentes. ¿O es que existe el control y nosotros sin enterarnos?.
Y precisamente a esos Presidentes nos queremos dirigir, en la medida en que no pueden continuar manteniendo tanta farsa en las actividades que se generan a partir de unos presupuestos económicos que pertenecen a la colegiación, pero para uso exclusivo de los intereses colegiales. Las competencias del Consejo General están contenidas en su artículo 9º, con las modificaciones operadas a partir de los Estatutos de Autonomía, y, más en concreto, desde que se transfirieron las competencias en materia de gestión y administración de los servicios sanitarios.
Quienes quieran "montarse" empresas de ese tipo -como aquellas otras que ya hemos publicado en un blog anterior-, lo que deben hacer es dedicarse a ese género de actividad y dejar que los ingresos por cuotas colegiales se destinen íntegramente a la actividad de la Organización Colegial, que no son otras que las previstas en el artículo 9º de la Ley Colegial. ¡Así cualquiera puede montar todo tipo de empresas!, siempre que tengamos cubiertas las espaldas económicamente.
Señores Presidentes Provinciales: ¡seguro que existen mil fórmulas para llevar a cabo las competencias que la Ley nos tiene atribuida!, pero lo que no podemos seguir permitiendo, una vez que tenemos todos los datos a los que hacemos alusión, es seguir "mirando para otro lado", conociendo que la sede del Consejo General sea utilizada por todas y cada una de las Empresas que el señor Presidente ha venido montando desde que llegó a la Presidencia del Consejo.
Ahora que nos presente otra querella, que es una buena fórmula para amedrentar a los Presidentes "díscolos", simplemente porque no aceptamos, una vez conocidos los fines de la Presidencia, que sigamos en la situación en las que nos tiene sumidos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

POR LA BOCA MUERE EL PEZ.

Dice el actual inquilino del Consejo General de Colegios Profesionales Enfermero que va "a inundar" al País de Doctores, en clara referencia a la "escuela" que pretende montar a estos efectos. Suponemos que lo será con cargo y por cuenta de quienes así lo soliciten y demanden a través de ese "nuevo" negocio que prentede su señoría. Pero le tenemos que recordar a ese inquilino que ya son cientos de titulados en Enfermería que han optado por Licenciarse y acceder a la titulación de nivel académico de doctor. Y no le debe extrañar mucho esta aseveración por cuanto él mismo dice estar en posesión de esa titulación.
ES PREOCUPANTE que la Universidad, o al menos algunos Departamentos de determinadas Universidades, esté facilitando, ¡y de qué manera!, la obtención del último nivel académico de sus enseñanzas. Y resulta preocupante porque si estos nuevos titulados van a ser los responsables de la formación de aquellos Graduados, ¡arreglado va el País! con estas fuentes del conocimiento. Y viene a colación lo anterior porque, que sepamos, a determinada persona le ha costado un "sobreesfuerzo" económico acceder a esa titulación, pero muy poco el investigador y, menos aún, la fase de exposición: todo quedaba en casa.
Pero, ¿en qué o de qué se doctora alguien?. ¡Vamos a ver!, si los ciclos académicos son -o deberían ser- correlativos de la formación precedente, ¿cómo es posible que alguien que se ha diplomado en enfermería y se "licencia en antropología" puede obtener un título de doctor. ¿Doctor en qué?.
Nuestra intención aquí no es hablar de estas cuestiones académicas, es, precisamente, todo lo contrario. Nos explicamos: la estructura del Consejo General de una Profesión debe estar para procurar la mejor formación y especialización posible de los que sostienen a esa organización, con el único fin de prestar los mejores servicios, al menos eso dice la "boca pública" que habla de excelencia, calidad. Luego, ¿por qué hay que hacer un derroche económico por conseguir que algunos obtengan una titulación de doctor por cuenta del herario público?. Antes hemos dicho que conocemos a cientos de titulados en Enfermería que se están sacrificando para obtener la titulación de doctor, ¡y nos parece ideal!, sólo que lo están consiguiendo de una forma tan rocambolesca que ello ni redundará en beneficio de la Profesión ni, por supuesto, mejorará la calidad asistencial.
Así que, señor Presidente del Consejo General: como esa Organización que todavía preside lo es "profesional", aténgase a los fines esenciales de la misma, y procure que los cotizantes para mantener esa estructura reciban la formación profesional adecuada al nivel de exigencia de los tiempos y de las personas. Decir ahora que pretende "inundar al País" con titulados con el nivel de Doctor, es predicar justo lo contrario a lo que es consustancial al ejercicio mismo de la Profesión. ¡Ah!, ¡ya!, se nos olvidaba que la formación oficial de Especialización Enfermeros no es negocio útil -para algunos-. Sí; sí que lo es: precisamente para la colectividad a la que servimos: los ciudadanos, que exigen esa preparación Profesional. POR LA BOCA MUERE EL PEZ. O mejor expresado: ¡aquí hay tomate!.