viernes, 5 de abril de 2013

¿QUÉ TENDRÁ QUE VER LA HISTORIA ACADÉMICA CON LA PROFESIÓN?

Vayas donde vayas, y traten el asunto del tema que fuera, todos cuentan -a su aire- la historia académica de la titulación.
 
Los progres con el tema de la señora F. Nightingale; otros con San Juan de Dios, como inventor de los Hospitales; y las más históricos -ésto son menos- lo hacen desde las pragmática de los Reyes Católicos.
 
La realidad está en los más históricos, puesto que se tienen noticias de las dos Profesiones actuales. Pero, sólo eso, que la que más "cuela" es Nightingale. Después ha aparecido una serie de cosas, como los "diagnóstico de la Nanda, las NIC y los NOC como la panacea de no sé qué "método".
 
Un ejemplo de ese esnobismo: NANDA (Diangósticos Enfermeros)
 
-Código.
00066
-Enunciado. Sufrimiento espiritual
Tabla de los Diagnósticos de Enfermería con sus definiciones.
-Definición. Deterioro de la capacidad de "esperimentar" e integrar el significado y propósito de la vida mediante la "conxión" con el yo, los otros, el arte, la música, la literatura, la naturaleza, o un poder superior al propio yo.
 
Y todavía "amenazan" con 99.832 códigos más, enunciados y definiciones.
 
Entiendo que se están perdiendo los papeles.
 
¡Miren!, la Profesión es lo que es: desde sus orígenes hasta la actualidad; y la hacemos a lo largo de la vida. De ahí que en el blog anterior recordáramos a José Saramago, para que no nos llamemos a engaño. tenemos lo que nos merecemos.
 
Si una Profesión, con independencia del tipo de título con el que adornen las superación de unos determinados contenidos, no quiere progresar profesionalmente, lo que tiene que hacer es ser "honrada" y decir a la sociedad que no quiere progresar.
 
La Profesión no es una titulación, con tal o cual rango o nivel académico. La Profesión se hace por las personas que la practican, que la ejercen. Y la sociedad querrá o no el servicio que se le ofrece si en algo se beneficia ¡Y no hay más!
 
Quienes pretendan desarrollarse "académicamente" ese es su problema, pero que no nos cuenten milongas.
 
Profesionalmente, donde hay que ofertar servicios es como Profesión; que la sociedad sepa que le ofrecemos para prevenir y remediar, si ello fuera posible, aquello que le aqueja para lo que no encuentra respuesta. Y nadie va a querer que le digamos: "usted tiene un sufrimiento espiritual", que consiste en un "Deterioro de la capacidad de experimentar e integrar el significado y propósito de la vida mediante la conexión con el yo, los otros, el arte, la música, la literatura, la naturaleza, o un poder superior al propio yo", por la sencilla razón de que nos mandaría a hacer puñetas.
 
Desde luego que el conocimiento es lo único que hace posible prestar un servicio a la sociedad, por el que está dispuesta a retribuirnos. Seamos sensatos y reflexionemos: el futuro está en nuestras manos.