sábado, 16 de febrero de 2008

A MI AMIGO MANOLO

... y él sabe que se lo dedico. Me proponía el otro día, ¿"por qué no hacemos manifestaciones DEMANDANDO QUE LOS ESTUDIOS BAJEN EL NIVEL, es decir, pasar de estudios universitarios a Formación Profesional"?; obviamente, le respondí: Manolo, tú "papel", o esa cosa que te dan cuando terminas los estudios, se puede llamar "título universitario", que debería servir para acreditar que tienes competencia en el ejercicio de actividades profesionales que exijan la aplicación de conocimientos y método científico, pero la realidad es que tiene menos valor que ese otro papel que se denomina de Formación Profesional; ¡es más!, le sugerí: nuestro papel tiene menos valor en el mercado que el de cualquiera de las ramas de la formación profesional; ¡para qué quieres que te lo cambien!. Y le puse un ejemplo: a un Técnico de Laboratorio no lo pueden mover de su puesto de trabajo; con tu papel, que le llaman título universitario, sin embargo, llega el Carlos de turno y te manda a la "conchinchina", ¡y se queda tan ancho y pancho!. ¿Ves la diferencia?, le dije; ¡ves como no hace falta!, ¡ves como eres una ...". ¡Y ya no digamos en el terreno de las actividades profesionales!: un técnico, en su puesto de trabajo, recibe la petición, bien de analíticia, bien de radiología, la hace, te llama, y dice: ¡oye!, ya está cumplimentada la peticón, cuando quieras vienes a recogerla, ¡y se queda tan tranquilo!. Ahora llamas al "intérprete" y se la enseñas, ¡a ver si voy a estar trabajando para nada!.
Otro ejemplo diario: llega el técnico de turno a la uniad, al que alguien le transporta el instrumento para hacer la "placa" -¡cargado como un burro!-, le enchufa el aparato a la red eléctrica, le coloca al paciente, el "tubo" y lo demás; el técnico se limita, como mucho, a poner el chasis bajo la espalda del paciente, coge "el mando a distancia", dice: ¡rayos!, ¡no respire!, y dispara. Ves como el "ayudante" recoge todo y se marcha. Al tiempo suena el megáfono, que tú coges, y respondes: ..., te contestan: "que ya podeís venir a por la placa. Sin embargo, a tí, como "profesional", no te ayuda nadie: vas tú solito y desinfectas, pones el compresor, cortas la fijación, depuras el sistema, lo preparas, coges la canúla, la llave, las gasas y ¡suerte!, porque como se te ocurra error la canalización ¡"te montan un pollo que se te quitan las ganas de intentarlo de nuevo"!. Acto seguido llega el médico de turno: ¡todos en pié!, como si comenzara la Santa Misa; "prepararme para canalizar un vía"; de repente, "todos" manos a la obra: comienza el trabajo: tres horas de reloj, veinte intentos, y los demás susurrando: ¡qué pena!, ¡qué mala suerte!; ¿a qué sí?. Al final, ¡"eureka"!.
Y eso que se supone que tú eres el "responsable" de los pacientes de la unidad a la que estás adscrito; ¿a quién, si no, le iban a echar la bronca!. Después aparece por allí alguien con "cara de sueño" o de "descansado", y te pregunta: ¡ha venido la placa!; y se te queda una "cara de tonto" que no puedes con ella. ¿Qué placa?, respondes; sí, una que le pedimos esta mañana. ¡Ah!; pues no sé. Al momento salta alguien y dice: sí, ha venido "el de rayos" y le ha hecho una placa al enfermo ...
¡Manolo!, esto es así ahora, y esto es lo que nos espera hasta que nos jubilemos, ¡te guste o no!. ¡Ves!, Manolo, no hace falta pedir que rebajen el nivel de los estudios: tú, como Enfermeros, no tienes otra función en las Instituciones sanitarias que "soportar" todo lo que te quieran echar, ya fuera barbero, celador, auxiliar, técnico, mir o adjunto de la Especialidad; tú estás en el sistema para que los demás puedan tener con quien descargar. ¡Y el enfermo!, ¿a quién le iba a decir el enfermo lo que ha dicho el médico que le tenemos que hacer?. ¡Lo entiendes, Manolo!, ¿NO VES QUE SOMOS IMPRESCINDIBLE?. ¡Manolo!, ¡no te das cuenta que si no existiéramos nos tendrían que inventar!.
Manolo que lea las declaraciones del Presidente del Consejo General de la Profesión, ese que sale en las fotos gafas de oro, lee lo que dice el Presidente del Colegio de Enfermeros de la Región de Murcia, que nos propone una huelga de celos, observa al Presidente de Teruel, que se ha comprando un cuatro por cuatro, de esos que cuestan diez millones de las antiguas pesetas, escucha cómo los representantes de la OMC dicen que somos un peligro para los ciudadanos, y, ¡todavía!, ¡amigo mio!, se te ocurre decir que por qué no pedimos que rebajen la calificación de ese papel que se llama Diplomado. Ahora vas a ser un "graduado", como en los Países superdesarrollados, que cuando terminas las enseñanzas (que no educación, por más que se empeñe la Ley) secundaria obligatoria haces una fiesta y te entregan el diploma de graduados, ¿lo entiendes?. ¡Bueno!, tienes otra alteranativas: haces cursos, cuanto más caro mejor, le asignan "créditos" y ya puedes "demostrar" que eres un buen Enfermero.
¡Manolo!, ¡no te preocupes!, ¡todo se solucionará!, ¿no has leído al de las gafas de oro decir que te ha conseguido una cosa que se llama "GRADO" y ahora ya no tendrás que aguantar tanto?. ¿No ves que vamos a ser "licenciados", como cualquier otro?. Sí, "licenciado", ¿como Don Quijote?, responde, del que todos hablan pero del que nadie ha leído una sola página. Bueno, sí, ¡qué más da!, pero no me podrás discutir que con Don Quijoje no se ríe la gente?, como de nosotros; ¿o no?. Hacemos felices a la gente; ¿no te parece bien!?. ¡Mira, Manolo, si no existieramos como Profesión tendrían que inventarnos!; ¿a quién, sino, iban a culpar del mal funcionamiento del sistema?.
El problema, Manolo, no es que nosotros estemos desconsiderados en el sistema, el problema es que si como Profesión no estamos considerados, ¿te imaginas la consideración que le tienen a la estructura piramidal de la División de Enfermería?. Manolo, ¿te has preguntado para qué sirve una "supervisión general" en los centros asistenciales?. Ese es el perfil que transmite este bendita Profesión. Pero no te preocupes, ya ves que el personal toma buena nota de esto y está actuando en consecuencia. El látigo funciona; sí, ¡claro que sí!; pero funciona momentáneamente; después vendrá la revolución, cuando el otro vea lo que le están haciendo al vecino, con lo cual no tiene más opciones que poner su "barba a remojar" o responder preventivamente. Y estoy más que seguro que esto tendrá remedio, porque como no se lo pongan se acabó el sistema.
A MI AMIGO SE LE HAN QUITADO LAS GANAS DE RECLAMAR QUE NOS CAMBIEN LA TITULACIÓN DE DIPLOMADO POR UNA DE FORMACIÓN PROFESIONAL. Es verdad, ¡exclama!: ¡de quién se iban a reír si no existiéramos nosotros!. Y, una vez que nos rebajen el nivel, ¡ya seremos importantes!. Porque ya sabes que la titulación de Graduado tiene como objetivo la "ORIENTACIÓN", no la preparación, para dirigirte hacia algono, ¡o no significa esto la expresión o r i e n t a c i o n!. Y COLORÍN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO.