lunes, 24 de marzo de 2008

¿QUIÉN REPRESENTA A LA PROFESIÓN?

Parece una pregunta de perogrullo, pero no es así. Perogrullo significa "existencia real de algo", y no es, ¡desde luego!, real que la Presidencia del Consejo General de la Profesión Enfermero represente a la Profesión, representará, en su caso, a los Presidentes de los Colegios Provinciales, que son los que supuestamente le votan.
En este País se tiene la dichosa manía de "presidenciarlo" todo, cuando ello no es así. La figura paradigmática de esta concepción nos la da la Presidencia del Gobierno del Estado, porque la gente entiende que ha votado a ... para la "Presidencia de España", "y no es cierto! Hemos votado, sí, pero lo que hemos hecho es votar a un partido politico, no al Presidente del País. El Rey, previa consulta con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno; luego, el candidato propuesto expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara. Esta es la realidad constitucional sobre la elección a Presidente del Gobierno. Luego, el Presidente del Gobierno es el que ha obtenido la confianza del/los Grupo/s Político/s de esa Institución; es decir: los ciudadanos no hemos elegido a un Presidente del Gobierno; lo que hemos hecho los ciudadanos es elegir a un determinado Partido Político y éste "Grupo Político" es el que vota al Presidente. En la práctica, no obstante el proceso de elección, de alguna manera los votos de la "soberanía popular" son los que han influido en la elección de esa persona para la Presidencia.
Sin embargo, no sucede lo mismo en la elección de la Presidencia del Consejo General de la Profesión Enfermero. En este caso los únicos que votan a la Presidencia del Consejo son los Presidentes Provinciales, que sí son elegidos por los Profesionales de esa demarcación; pero esos Profesionales no saben a quién va a votar su Presidente una vez que se convoquen elecciones a la Presidencia del Consejo. Luego, está claro que el así elegido no representa a la Profesión, puesto que no ha sido elegido ni directa ni indirectamente por los Profesionales. La Presidencia del Consejo General sólo, única y exclusivamente representa, en su caso, a los Presidentes de los Colegios Provinciales.
Viene a colación lo anterior por cuanto que, cada vez que habla esa persona que ostenta la Presidencia, dice que representa a la Profesión, cuando ello no es cierto. Lo que está haciendo es hablar en nombre de los Presidentes de los Colegios Provinciales. Así que será a éstos a quienes la Profesión tiene que demandar lo que pretende sobre su futuro, pero nunca a la Presidencia del Consejo General. Y aquí no valen "amigismos", puesto que lo que está en juego es el futuro de la Profesión. En Provincias no se debe votar a aquella lista compuesta por personas que me "caigan mejor", sino a quienes recojan mejor el sentir de la Profesión.
Pues bien, esta persona, la que ostenta el cargo de Presidente del Consejo General, que la mantienen los Presidentes de los Colegios Provinciales, se dedica a ir divulgando que él representa a los colegiados, cuando es falso. Es decir, el Presidente del Consejo General se aplica, por extensión, la representación de unos colegiados que ni le conocen, ni saben de sus propuestas, ni mucho menos de sus pretensiones. ¿Cómo iba a votar un colegiado a una persona que está ahí para defender los intereses de otra Profesión?.
El problema es que las Provincias no tienen línea editorial; no han asumido ningún compromiso con sus colegiados; no saben; no opinan sobre la Profesión ni sobre su futuro. Tampoco lo hacen a nivel del Consejo General, entre otros motivos, porque ni lo demandan ni, en su caso, se lo permite, precisamente, aquél a quien sostienen en el cargo.
Las consecuencias están a la vista de todos: LA PRESIDENCIA DEL CONSEJO GENERAL NOS LLEVA A LA RUINA PROFESIONAL.
¡FÍJENSE EL ÉXITO QUE HA CONSEGUIDO!; dice: la profesión ha alcanzado un hito histórico; se ha pasado de una diplomatura a una "licenciatura" de cuatro años. Y esto lo dice en el año 2008, cuando se pretende aplicar en España -dicen- el contenido de los Acuerdos de Bolonia. ¡Señor Presidente del Consejo General!, según usted, los estudios de Enfermería iban a retrotraerse al año 1953, si no hubiera sido por su "negocíación". ¡NO DIGA BOBADAS!. Los estudios de Enfermería siguen a la cola de todos y cada uno de los estudios universitarios de nuestro País (240 créditos, cuando la generalidad de otros estudios están en 300 créditos). El Presidente del Consejo General de la Profesión Enfermero NOS QUIERE HACER "COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINO". ¿SERÁ POSIBLE QUE SE CREA LO QUE VA DICIENDO?.