martes, 22 de abril de 2008

A LOS MIEMBROS DE JUNTA DE COLEGIOS.

Tributo es el nombre con el que se designan a los distintos impuestos que se pagan a las Administraciones públicas, al efecto de cumplir con los objetivos que se proponga cada Gobierno; distinto será que nos guste más o menos la forma de invertirlo, gestionarlo o redistribuirlo, pero es un hecho que eso impuestos, y en particular los directos, tienen su por qué; ¡que nos lo digan a nostros, personal sanitario, que vivimos gracias a esos impuestos -como también sirve el ejemplo para otros colectivos y estructuras públicas-. Pero nosotros no queremos hablar de los tributos que se pagan como contribuyentes a la Hacienda Pública, queremos referirlo a los que nos pretende cobrar el Presidente del Consejo General, que quiere que del cién por cién de la cuota colegial le remitimos, entre pitos y flauta, más del sesenta por ciento. Y no le faltaría alguna razón para reclamarnos, como muchísimo, el veinte por ciento, pero bien es cierto que, al menos, podría retratarse con alguna cosa cierta, ya que lo único cierto que se produce durante todos los meses es la remesa de ingente cantidad de dinero del que desconocemos su destino último, que mucho nos tememos que va a "diferentes Empresas y bolsillos particulares", expresado en términnos económicos.
Y decimos cierta porque no sabemos si llamarla verdadera, aunque lo correcto será conceptuarla en sus justos términos: fumus, como dice la locución latina; o lo que es igual HUMO. Sí, la Presidencia del Consejo General de la Profesión Enfermera nos "vende" HUMO. Ahora nos cuenta que desde hace tres años que se aprobaron las "Especialidades", ... ¿tres años?; este tío o ha perdido la noción del tiempo o se ha desorientado en el espacio. Las Especialidades arrancan de 1958, se desarrollaron a lo largo de la historia hasta 1975, que se aprobó la última. Despúes comenzó la decadencia, el declive, y, una vez establecida la Democracia, en el año 1987 se dio al traste con lo anterior y ¡hasta nueva orden!. ¡Señor Presidente!, ¿pero cómo puede usted decir que las Especialidades son de hace tres años?. Hace exactamente veinte años que usted personalmente las liquidó, y, además, suprimio las de Fisioterapia y Podología, siendo esta última la que más satisfacción le produjo (el problema será cuando se enteren los Podólogos que usted será la primera persona que se "doctore" en podología -mejor expresado- que se redoctore-).
En fín, que más cosas no le podemos decir a esta persona, porque más culpa tienen quienes votan SÍ en las Asambleas de Presidentes. ¡Por cierto!, conocemos a uno de esos votantes que, ¡oh casualidad, casualidad!, cuando el señor Presidente no le permitía el acceso al recinto de la Sede que ocupa el Consejo General, su medio de desplazamiento era un "Ford Scort", ¡por cierto!, para llevarlo al "Plan renove". Y ¡oh casualidad, casualidad!, ahora que lo deja entrar y participar en la Asamblea, obviamente para votar que sí, conduce un "cuatro por cuatro", de esos que cuesta diez millones de las antiguas pesetas. Supongo que los miembros de la Junta de Gobierno de su Colegio le habrán preguntado que de dónde ese poderío. No; no se les ocurrirá relacionar su entra en las Asambleas, el voto afirmativo a todo lo que se proponga y la nueva marca y clase de coche. Todo esto es casualidad; casualidad que se da en otros Presidentes de Colegios. El votar sí, anular las deudas para con el Consejo y el buen vivir son tres hechos que se corresponden en el tiempo.
¡Señores miembros de las junta de Gobierno de los Colegios!, ¿no se les ocurre preguntar a sus Presidentes de dónde ese "status". ¡Señores miembros de juntas de Gobierno de Colegios!, ¿saben ustedes algo de la nueva titulación de Grado y su futuro académico y profesional?. Pues busquen, comparen y, después, exijan a sus Presidentes el porqué votan que sí cuando el Grado es un nivel muy inferior al actual título de Diplomado. La titulación de Grado, dice la propia norma, ORIENTA para el ejercicio de la Profesión. La Diplomatura, con la norma en la mano, PREPARA para el ejercicio de la Profesión. Orientar y Preparar son dos verbos que indican cuestiones bien diferentes. De hecho, sólo que tienen que leer el artículo 1º.2,b de la Ley Universitaria y el artículo 1º del Real Decreto 1496/1987; después léanse el Real Decreto 1393/2007. ¡Y comparen!.