martes, 19 de junio de 2012

¿DE VERDAD QUE SE QUIERE UN CAMBIO?


El único "cambio" que se está produciendo es la "privatización" de determinadas categorías de personal. Y no nos parece mala la idea. Es decir, que la gestión de los grupos C), D) y E) pasa a depender de empresas privadas, aunque mantengan su "status", en algunos casos.

EL PROBLEMA ES SI DE VERDAD SE QUIERE CAMBIAR.

Para cambiar las formas de "gestión y administración", lo primero que debe hacerse es reordenar las competencias de las Profesiones Sanitarias. Dicen los Farmacéuticos del País Vasco que "el seguimiento a polimedicados ahorra hasta 50 millones de euros al año" ¿Y ahora se dan cuenta de ese detalle? Pero, ¿quién realizará ese seguimiento?

LAS ENFERMERAS TIENEN QUE ASUMIR SU ROL DE PROFESIÓN SANITARIA.

El cambio tiene que ir dirigido en este sentido: los Servicios de Salud tienen que reordenar las competencias de las Enfermeras. Tengamos en cuenta que se trata de un servicio público, que se presta vía presupuestos, dotado con impuestos. Otra cosa será el servicio que se preste en instituciones sanitaras privadas.

Las Enfermeras tienen que asumir ese seguimiento a los pacientes, porque el ahorra se duplicaría; estamos seguro de que ello sería así.

NINGUNA PROFESIÓN SANITARIA TIENE EL MONOPOLIO DE LA ATENCIÓN A LA SALUD.

Y no lo pueden tener, en ningún caso, porque ello sería tanto como impedir el normal desarrollo de cualquier actividad que incida sobre la salud de las personas, su recuperación y, en su caso, rehabilitación.

La Enfermera no puede seguir actuando como si nada hubiera sucedido, porque son más de 30 años los transcurrido desde que la Profesión obtuvo el estatus de "Profesión Sanitaria". Ni siquiera con la aprobación y publicación de la Ley de ordenación de las profesiones sanitarias (LOPS) ha conseguido que "el sistema" reconozca a la Enfermera como tal Profesión. Los datos cuentan: en plantilla existen tantos Médicos como Enfermera, y eso no puede ser, al menos en el sistema público. Las series televisivas hacen mucho daño a nuestra Profesión, tanto por acción como por omisión. Por acción, en la medida en que "todo lo hace el Médico de la serie"; y la omisión es igual de nefasta, por cuanto dan la sensación de que no existe.

EXPRESIONES QUE NO SE ENTIENDEN.

Todo el mundo habla de "cuidados médicos", "asistencia médica", "plan médico", "imprudencia médica", "negligencia médica". Hasta cuando se trata de animales se habla de "cuidados médicos".

Cierto que para las Profesiones del mundo del Derecho: Jueces, Fiscales, Abogados, Procuradores, la expresión se refiere a todo lo que se relacione con la salud de las personas -incluso de los animales-, pero no siempre se produce la intervención de un Médico, ya que existimos nosotros; y en los supuestos de animales están los Veterinarios.

A pesar de que la LOPS diferencia entre "Profesiones" sanitarias y "profesionales" del área de salud, siempre que leemos asunto referidos a las primeras el plural se emplea con la misma forma: "profesionales", en lugar de "Profesiones". Y ésto, que parece nimio, tiene su importancia.

ERRORES DE CONCEPTOS QUE SE PERPETÚAN EN EL TIEMPO.

Por ejemplo, se dice en la Ley: "Funcionario de Carrera". Y se definen así: Son funcionarios de carrera quienes, en virtud de nombramiento legal, están vinculados a una Administración Pública por una relación estatutaria regulada por el Derecho Administrativo para el desempeño de servicios profesionales retribuidos de carácter permanente.

Es cierto que aquella Ley de funcionarios del año 1.964 aclaraba que existen dos tipos de "funcionarios de carrera", diferenciados en "Cuerpos Generales" y "Cuerpos Especiales; pero sin diferenciar a esos cuerpos especiales en función de exigirles un mínimo de titulación para el ejercicio de las mismas; a saber:

Corresponde a los funcionarios de los Cuerpos generales el desempeño de las funciones comunes al ejercicio de la actividad administrativa, con excepción de las plazas reservadas expresamente a otra clase de funcionarios.
Son funcionarios de Cuerpos especiales los que ejercen actividades que constituyen el objeto de una peculiar carrera o profesión y los que tienen asignado dicho carácter por razón de las circunstancias concurrentes en la función administrativa que les está encomendada.

Como vemos, a pesar del tiempo transcurrido y la experiencia acumulada, todavía no se ha producido la pertinente aclaración, matizando qué se entiende por "carrera" o Profesión.

Incluso sostienen algunos que Médicos y Enfermeros somo "funcionarios", cuando los funcionarios, en sentido estricto, son aquellas que ejercen funciones públicas, dentro de un "sistema administrativo" y sujetos a una estructurada jerárquica; y la atención y la asistencia sanitaria no son "funciones públicas". Se confunde, otra vez, cargo público con prestación de servicios por cuenta de los presupuestos.

Y estos errores conceptuales han llevado a que algunos servicios de salud, a la hora de desarrollar la "carrera" Profesional, hayan incluido a personas "sin carrera", sin Profesión, por más que se definieran en los artículo 6 y 7 de la LOPS.

LA REORDENACIÓN DEL PERSONAL TIENE QUE IR SEGUIDA DE UNA REORDENACIÓN COMPETENCIAL.

Puesto que la Ley lo permite, ya que sólo regula el "marco general", los servicios de salud tienen que volver a replantearse lo que ya hiciera aquel Ministro de Sanidad del año 1.977, que "intentó" ampliar el campo competencial de la recién creada "Profesión Sanitaria", de Enfermero, para responsabilizarla de la atención a lo que hoy se le conoce como "polimedicados"; o lo que es igual, a personas con patologías crónicas, la mayoría de carácter irreversible.

Nosotros estamos ahí, de forma permanente en cada unidad asistencial, cubriendo las veinticuatro horas del día, pero no se nos cita para nada. La sociedad tiene una "idea fija", la de que somos "auxiliares" del Médico. Y si esa es la percepción, a alguien que se le considere "auxiliar o secretario" de otra no se le reconocerá capacidad para el desempeño de un puesto de trabajo responsable, como es el cuidado de la salud.

PUES SI DE VERDAD SE QUIERE UN CAMBIO, QUÉ MEJOR MOMENTO DE LA HISTORIA PARA REORDENAR Y REDISTRIBUIR LOS CAMPOS COMPETENCIALES, OBVIAMENTE SIN NECESIDAD DE MODIFICAR LA LEY.