jueves, 23 de julio de 2009

Todos somos culpable

Unos más que otros, pero, al fin y al cabo, todos somos un poco culpable de la situación por la que atraviesa la Profesión Enfermero: el Consejo General de Colegios; el Gobierno de la Nación; las Centrales Sindicales; los Profesionales del Sistema y los propios Enfermeros; todos somos un poco culpable de lo que pasa y de lo que pasará si esto no se remedia. NOS ESTAMOS REFIRIENDO AL "CASO RAYAN".
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EL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS ENFERMEROS.- Por ser el único y exclusivo órgano de representación de la Profesión, entendido bajo el exclusivo punto de vista legal de ser la Corporación responsable de "ordenar la actividad profesional de los colegiados, velando por la ética y dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de los particulares ...".
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Y esto no se cumple. La Organización ha sido desbordada por exnovismo irracional, importando teorías y conceptos que nada tienen que ver con la realidad social del siglo XXI. Pues bien, si esto es una realidad, no menos importante es la Especialización de la Profesión; Especialización que no tiene cabida en esas teorías decimonónicas importadas. Al ciudadano, como usuario de servicios de salud, lo que le importa es que le solucionen su problema puntual, que le aqueja, ¡y de qué manera!. Al usuario de servicios sanitarios, cuando acude a una consulta, no le sirve que en ese momento le interroguen sobre "su vida y milagros". Será en otros foros donde se les tenga que enseñar como desenvolverse en este mundo.
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PERO, SIN EMBARGO, la Organización Colegial es consciente de que a esa formación básica recibida en las Universidades le falta bastante contenido para ejercer con un mínimo de seguridad. Y lejos de demandar la Especialización, lo que hace es "montarse" una escuelita y ponerse a impartir cursos, ¡da igual on line que presenciales o semipresenciales!, el caso es que haya alumnado suficiente, que sólo es posible si quienes se matriculan son conscientes de sus carencias.
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La Medicina, contrariamente a lo que hace el órgano Colegial de la Profesión Enfermera, "toma el poder" y desarrolla todas las Especialidades posibles, hasta tal punto que es imposible ejercer la medicina sino es a través de una Especialización. ¿Es que, acaso, no buscamos todos al Médico Especialistas?.
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EL GOBIERNO DE LA NACIÓN, que, por las circunstancias que fueran, se somete a ese "poder" médico, desarrollando única y exclusivamente Especialidades médicas, obviando que la Enfermera debe estar Especializada. Baste con comprobar que en el año 1987 derogó aquellas que se venían impartiendo y, desde entoces, no hace otra cosa que "prometer y prometer"; y así a día de hoy. Pero, sin embargo, ahora se rasgan las vestiduras, limitándose a prometer que "revisarán" las necesidades de Especialización. Mentiras y más mentiras: sólo lo hacen para salir de este escollo.
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LAS CENTRALES SINDICALES, que colaboran activamente en la Relación de Puestos de Trabajo de la categoría Profesional de Enfermero. Son las Centrales Sindicales las responsables de negociar esa catalogación de puestos de trabajo; las que participan en las Ofertas Públicas de Empleo, convocatorias de plazas y asignación de puestos de trabajo. Las Centrales Sindicales no hacen absolutamente nada porque se desarrollen las leyes que prevén puestos para Enfermeros generalistas y Especialistas; ante al contrario, participan en eso que se conoce con el nombre de "Mesas de Contratación", que ni son mesas ni, por supuesto, se denominan "contratos".
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Ahora, sin embargo, también se rasgan las vestiduras.
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LOS PROFESIONALES DEL SISTEMA, que son muy conscientes de que los alumnos de Enfermería no cuentan con los Profesores Asociados que prevé la Ley, y, por el contrario, admiten que en las unidades asistenciales acudan alumnos sin que éstos tengan asignados a ningún titular de su formación. Los Profesionales Enfermeros, de alguna manera, también somos responsables, en la medida en que basta que se convoque un concurso de traslado para hacer valer "sus méritos" y acceder a ese otro puesto, sin reflexionar que ese "movimiento" genera dos nuevas situaciones: la suya, en el nuevo puesto, y la del que llega al puesto que abandona, donde también es lego.
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Y LOS QUE BUSCAN SU EMPLEO, que aceptan, obviamente, cualquier puesto que se le ofrezca, si bien es verdad que prefieren una interinidad a una sustitución temporal. Allí van y hacen lo que ven.
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Y LAS SUPERVISIONES Y DIRECCIONES DE ENFERMERIA, ¿QUÉ PAPEL JUEGAN?, muy sencillo: la de tapar huecos. Y bien que los tapan: con una persona de fuera o con esa figura que llaman "mensatel". ¡De pena!.
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EN DEFINITIVA, todos somos un poco culpable -bien por acción, bien por omisión-, de lo que viene sucediendo, de lo que pasa y de lo que pasará, si bien unos tenemos más responsabilidades que otros. Y como todo pasa, mañana volvemos a hablar de otra cosa, porque el "caso Rayan" ya no será noticia.