Formación continuada y prescripción

Puede suceder que estemos dando la sensación de no estar de acuerdo con la formación continuada, y ello no es así, ¡ni mucho menos!: estamos totalmente a favor. Y tan a favor estamos de ello que hicimos Derecho, con tanto sacrificio de tiempo y dinero que hemos quedado exhaustos. Al tiempo, cada vez que tenemos oportunidad intentamos "enseñar" a los nuevos compañeros que adscriben a la unidad de cuidados coronarios.

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¿POR QUÉ ESTAMOS A FAVOR DE LA FORMACIÓN CONTINUADA?.

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Ya lo hemos escrito en más de una ocasión. Estamos a favor de la formación continuada y permanente porque es la única forma de trabajar sin "agobios". En nuestro caso, estamos absolutamente convencidos de que lo importante no es realizar una reanimación cardio-pulmonar con éxito; el ideal es que nadie sometido a nuestros cuidados se vea necesitado de ello. Y para lograrlo tenemos que saber lo que está sucediendo en ese Corazón, para lo cual, al mismo tiempo, hemos de conocer a la mayor perfección posible la estructura y fisiología del órgano, como también estamos obligado a saber qué puede estar sucediendo en los Pulmones y Riñones; y todo ello sin perder de vista algunos parámetros analítico. No está de más nunca echar un vistazo al funcionamiento "directo" del Corazón a través de una Ecografía, y si es posible darnos una vuelta por el laboratorio de cateterismos coronario.

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Sin duda, el aviso más importante para prevenir una arritmia es conocer la electrocardiografía, su estímulo y condución, que están influenciados tanto por componentes bioquímicos como por la localización de la lesión-necrosis, sin olvidar nunca la sensación que padecen y la descarga adrenérgica que se sufren. Los enfermos, ¡que no son tontos!, se dan perfecta cuenta de ello, y si lo estiman de esta forma, se encuentran más seguros. Por supuesto que el estado psíquico influye en la recuperación de la salud, así como el recuerdo del "dolor" sufrido y la sensación que les causó. Luego, una vez evolucionado el cuadro agudo, y si lo permite el paciente, podemos comentar con ellos algunas situaciones que puedan producirse de forma concomitante.

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A voz de pronto, es lo que se no ocurre en favor de mantenernos al día, actualizado, en todo aquello que se escriba referido a las patologías que tratamos. Y por último, tenemos que hacer mención a la farmacología, que siempre será una asignatura pendiente, ya que evoluciona a pasos agigantados. Tengamos en cuenta que una medicación prescrita no hace efecto en el cuerpo humano hasta que se administra; y sea cual fuere el producto, nos toca a nosotros, los Enfermeros, saber para qué y por qué debemos administrarlo. Tenemos que estar pero que muy seguro de sus ventajas e inconvenientes, porque las reacciones adversas se van a producir justo al administrarlo, no cuando se prescribe.

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Ir modificando el tratamiento está condicionado a la evolución del enfermo; como también habrá que hacerlo en los supuestos de producirse situaciones contrarias a las esperadas. Y para ello estamos nosotros. Es algo así como prevenir esas malditas ulceraciones por decúbito, que no son otra cosa que falta de movilidad e higiene.

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Nuestra Profesión es tan importante que muchísimas vidas están "en nuestras manos". Dependen de nuestros conocimientos y actualizaciones. ¡Como para no tomarnos la farmacología en serio!.

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PERO ESTO NO SIGNIFICA QUE NOS LA METAN CON CALZADOR, Y SOBRE TODO CUANDO DE ELLO SE BENEFICIAN, PRECISAMENTE, QUIENES NOS TENDRÍAN QUE REPRESENTAR PROFESIONALMENTE.

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Hemos comentado, sucintamente, lo que hacemos en un puesto de trabajo, una unidad coronaria. Las personas a las que ayudamon lo saben agradecer, ¡y de qué manera!. Por tanto, formarse permanentemente es una necesidad que tenemos como Profesión. Hacerlo con aquel malsano objetivo, como el de lucrarse, ¡como que no vale!. Algunos nos dicen que por qué no hacemos cursillitos de estos, y nosotros respondemos que donde mejor y más fácilmente se puede aprender de estas cosas es precisamente viviéndolo, por eso somos acérrimos partidarios de la Especialización, porque salvamos vida, abarata costes, evita estados ansiosos y, además, nos pagan por ello. UN SALUDO.